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Cine cubano

 

Cuba en los 90.... A través del cine

Excepcionales resultan las películas cubanas, o filmadas en Cuba, desde 1990 hasta la fecha, que se hayan resistido al enamoramiento, al aprendizaje y a la tal vez incomprensible plenitud representados por la capital de todos los cubanos en la inspiración de numerosos creadores.

Joel del Río| La Habana

En ninguna de las primeras etapas del cine cubano, la capital conoció tal profusión de odas, semidiatribas más o menos cómplices, nostálgicas evocaciones ni tan elocuentes confirmaciones de pertenencia como las que, durante los últimos diez años, verificaran en la gran pantalla algunos realizadores de las más diversas formaciones y edades. La Habana, o más bien una cierta mística sobre sus fulgores y erosiones, se ha impuesto ahora con una fuerza apenas pulsada en fechas precedentes. Excepcionales resultan las películas cubanas, o filmadas en Cuba, desde 1990 hasta la fecha, que se hayan resistido al enamoramiento, al aprendizaje y a la tal vez incomprensible plenitud representados por la capital de todos los cubanos en la inspiración de numerosos creadores. Seleccionar las mejores películas cubanas de los años noventa, y además verlas, viene a significar, por tanto, una especie de excursión, no siempre gratificante, hasta la semilla de una ciudad excepcional, hasta la esencia primigenia del espíritu habanero, cubano, en perenne intercambio con lo universal y cosmopolita.
Antes de que Buena Vista Social Club, de Win Wenders, impusiera en el mundo entero su tendenciosa perspectiva, medio turística y medio apocalíptica, sobre paredes desconchadas y atmósferas congeladas en los años cincuenta, el mayor de los realizadores cubanos, Tomás Gutiérrez Alea, había consagrado un importante y conmovedor segmento de Fresa y chocolate, al dolido lamento de los mejores cubanos por el estado precario de una ciudad todavía orgullosa, enhiesta sobre los cimientos de su heredad, seductora en su aire trashumante y sensual. Diego, uno de los protagonistas, mantenía una relación doble, ambigua y compleja con su ciudad, elemento cardinal en una cultura cuyos iconos (Lezama, Benny Moré, Cervantes) eran francamente adorados por el sensitivo e inconforme personaje.
Claro que el acercamiento al destino de la urbe, más allá de la utilización como marco escenográfico, no comenzó ni muchos menos con Fresa..., aunque así pueda parecer a partir de la conmoción ocasionada por el filme en las cuatro esquinas del mundo. Dos años antes, en 1991, se había concluido la supercoproducción con Francia y Rusia, El siglo de las luces, de Humberto Solás, que no poco se detenía en los imperativos que la Revolución francesa le imponía a una metrópoli colonial estúpida y podrida, a decir de Sofía, uno de los personajes más abiertamente inconformes, activos y fecundos salidos de la creatividad intelectual cubana. 
En esa misma cuerda, pero en vertiente contemplativa e hipercrítica, estaba el Sergio de Memorias del subdesarrollo, (también de Gutiérrez Alea) quien a principios de la Revolución contemplaba con un telescopio, desde su vedadense apartamento, el águila defesnestrada, y la infinita ebullición de una ciudad que nunca más volvería a ser como antes. Pero sería mucho tiempos después, en los años noventa, cuando se registra la tendencia del cine cubano a volver sus lentes a la Habana como redescubriéndola.
Con el llamado período especial se impuso, lógicamente, una visión más oscura, pero en los mejores y en la mayoría de los casos resultaba reflexiva, responsable, ineludible. En la memoria de muchos cubanos permanecen los infinitos y sombríos túneles, poblados de bicicletas, de Madagascar, obra mayor de Fernando Pérez cuyo epílogo, con aquel tren interminable flanqueado por los acordes de Quiéreme mucho, representaba una suerte de apasionada negativa a la desesperanza. Como mismo perseveran, se abroquelan, confían los personajes centrales de Reina y Rey, Amor vertical y de La ola, (dirigidas respectivamente por Julio García Espinosa, Arturo Sotto y Enrique Álvarez) quienes con muy diversas estéticas y estilos narrativos, entretejían su historias en torno a la idea de representar la ciudad como raíz y amparo, bálsamo y herida, confluencia y atalaya, sin obviar la visión de la urbe como entidad onírica, fantasmagórica y medio absurda que subraya por momentos la propia Amor vertical, y de lleno la extravagante Kleines Tropicana.
Otras visiones, más amables y complacientes tal vez, sin duda menos amargas y profundas, se ha impuesto en el último lustro de cine cubano. Zafiros, locura azul tomaba como coartada una célebre canción del famoso cuarteto para proponer, desde el inicio hasta el final, la recuperación nostálgica de la bohemia y de la vida nocturna habanera en los años sesenta. Un paraíso bajo las estrellas, de Gerardo Chijona, optaba por la clásica comedia de enredos, de extracción telenovelera, ambientada en el cabaret más famoso del mundo, (otro de los símbolos inmarcesibles de la capital), mientras Pastor Vega, en Las profecías de Amanda, decidía mostrar La Habana profunda, barriotera y costumbrista como poco antes la delinearan Los pájaros tirándole a la escopeta o Plaff.
         La vida es silbar (1998)
Pero sería otra vez Fernando Pérez, mediante La vida es silbar, quien consiguió modelar la imagen fílmica de la ciudad con toda su savia y sus excesos. Tres personajes: una bailarina con aspiración al mejoramiento, un desajustado social con crisis de autorreconocimiento y una timorata, reprimida y doméstica mujer buscan la manera de trascender, de encontrarse. Vistos esquemáticamente, para la bailarina, La Habana son los cuerpos, la sensualidad, los sudores, el Prado; el paria necesita entender a Cuba entre el solar y el malecón, mientras la mujer limitada y escasa de entendimiento presencia desmayos colectivos por toda la ciudad (en locaciones inteligentemente seleccionadas) ante la enunciación de hermosos principios tenidos por escandalosos.
Los cuatro largometrajes últimos del cine cubano: Miel para Oshún, Las noches de Constantinopla, Miradas (Aguas territoriales) y Nada, insisten, cada una a su manera, en recuperar el escurridizo rostro, la generosidad inmanente de una ciudad elegida como indiscutible protagonista del más reciente y mejor cine cubano.
Nota. Este trabajo fue publicado hace varios años en:
http://www.lajiribilla.cu No ha perdido vigencia y retrata el precedente de nuestros días.
 
 

16 comentarios

Alberto Molina -

Desgraciadamente y nadie puede rebatir mi verdad, el cine cubano se ha vendido en los ultimos años como jinetera a los dolares que traen productores extranjeros. Atras quedó la magia y belleza de los 60, 70, 80 y casi inicio de los 90. Casi todos los filmes que se producen actualmente son coproducciones con otros paises donde lo que intenta (y fracasan) es la taquilla fuera de la isla. Muchas propuestas interesantes mueren en el buró de un grupo que decide o no producir en cuba de forma oficial (solo me refiero al ICAIC, pues afortunadamente gracias a ls posibilidades del video digital, mucha gente está produciendo por su cuenta). Pero adonde quiero llegar es a la verguenza que senti al ver la pelicula \"90 MILLAS\" con nacionalidad española. Me pregunto porque razón el ICAIC no asumio esta produccion con un guion excelente, que no ofendia a nadie y que solo pretendia recoger la odisea de 90 millas que han sufrido, sufren y serguiran sufriendo miles de cubanos que intentan llegar a miami. Me asombro como el filme a pesar de proyectarse en el festival de cine de la habana y abarrotar como nuna los cines Yara y otro que no recuerdo donde fue proyectado, no estuvo ni siquiera mencionado entre los mas taquilleros. Tampoco ningun medio de difusion (radio, prensa y TV) se quizo hacer eco de sus proyecciones en el paso mes de enero cuando fue proyectado en el cine Acapulco y Metropolitan. desde mi humilde posicion doy gracias a quienes realizaron esta pelicula para los cubanos, aunque hayan tenido que llevarse a tenerife a nuestros Enrique molina, daysi granados, alexis valdés. Y mi aprecio especial a Jorge Herrera, cubano que escribio el guion e interpretó el personaje del padre de los niños. Gran filme que debió ser cubano, pero los intereses lo impidieron. Aun así, como bien expresaron Daysi, enrique y jorge durante el estreno en cuba, esta pelicula es mas cubana que muchas producidas en territorio nacional. Aunque se ha intentado frenar su publicidad es muy dificil encontrar a laguien en cuba que no la haya visto en video en su casa o las de un vecino. Felciidades a \"90 millas\".

Zenia -

Josè Luis. En la capital cubana estàn poniendo en los cines Barrio Habana, acerca del èxodo de habitantes de las provincias orientales cubanas hacia la capital del paìs. No sè si serà de las mejores hechas aquì, pues no la he visto, pero seguramente encontraràs en ella detalles de nuestra idiosincrasia.

zenia -

¡Bienvenido Josè Luis¡ La ùltima pelìcula cubana que se puso aquì en los cines hace unos dos meses fue Viva Cuba.
Cuando se estrenan se hace de manera conjunta en un circuito nacional que incluye cines no solo de la capital, sino de las provincias.
Es muy humana y està hecha a partir de la òptica infantil.
No sè si aùn en los cines de La Habana la estèn poniendo.
Voy a averiguarte si habrà para marzo alguna en las carteleras de los cines de Ciudad De La Habana, para poder comunicàrtelo. Que tengas suerte en tu estancia en La Habana. No dejes de ir al barrio chino. Un abrazo.

Jose Luis Contreras -

Nunca he visto cine cubano.
que me recomiendas para cuando estè en la habana?

zenia -

Hola Nomanda: Uno de los primeros consejos acerca de què colocar en un weblog -ademàs de algo que enseñe algo, o resulte de interès- es hacer referencias al lugar en el cuàl se vive, pues generalmente es uno de los asusntos que màs quieren saber las personas de los otros paìses y comunidades.
Por eso hago como bien dices, recopilo hechos de nuestra cultura y costumbres.Esos son los hechos que identifican a toda nacionalidad.
Y lo que haces con las mujeres que estàn en la sombra me parece interesante, generalmente estàn en un segundo plano en casi todos los contextos, aunque muchas veces sean las protagonistas principales.

Nomanda -

Desde luego que en España somos algo analfabetos con respecto a vuestro cine.
Felicidades!

*sospecho que tú estás haciendo también un poco de recopilación particular para tenerlo ordenado. Yo en mi pág ando haciendo eso, una recopilación de mujeres en la sombra, las menos conocidas, si puedo, rebusco.
Saluditos

zenia -

Almena. ¡Bienvenida¡Bueno.. has visto una de las mejores. Ahora podràs estar al tanto de cuando tengas la posibilidad de ver alguna de estas otras.

almena -

saluditos, Zenia.
ayyy yo también sólo he visto Fresa y Chocolate.
Recordaré tus recomendaciones.

besos!

Zenia -

Zuriñe. Me alegra poder alegrar a otras personas. Tù, Tenesor, Hannah y Ray son los màs fieles visitantes sistemàticos a esta casa.
Bueno, puedes incluir el trabajo, pero con la firma de Joel del Rìo, periodista de Juventud Rebelde, èl es el autor. Se ha especializado en esos temas y lo hace requetebièn.
Tenesor. El cine cubano es una de las manifestaciones artìsticas màs apegadas a los matices de nuestra realidad, con autenticidad y con còdigos muy asequibles a todos nosotros.
Ray. Un abrazo grandote.
Hannah. Sì, es una excelente pelìcula, y uno de sus dos protagonsitas Jorge Perugorrìa
(Pichi)es el màs conocido internacionalmente de todos nuestros actores. El tema de FResa y Chocolate es bien sensible y fue muy polèmico en la època en que se vio la pelìcula. Hoy subsisten muchos prejuicios, pero la tolerancia social respecto a la homosexualidad ha tenido sus cambios, aunque seguimos teniendo muchos prejuicios, y no me excluyo.

Hannah -

¡Fresa y chocolate! ¡Qué maravilla de película! Me averguenza decir que es la única que he visto de todas las que citas, estaré atenta y las buscaré en video o dvd ya que viniendo de ti estoy segura de que valdrá la pena verlas.

Un abrazo entrañable

Hannah

RAYDIGON -

TU SIEMPRE ILUSTRANDOME ZENIA !!!!

BESOS

Tenesor -

Cómo aprendemos contigo, Zenia. Ver cine es una de mis asignaturas pendientes. Tomaré buena nota.
Abrazos desde Canarias.
Saludos.

Zuriñe -

Maravilloso résumen que me gustaría pasar a el gusanillo con tu firma, es posible? supongo que si, verdad tesoro. Gracias por tus ánimos, siempre encuentro un rato para amigos como tu y mis visitas a tu casa.

Zenia -

ôscar: Sì, no he visto la del ruso pero sì Mal Habana y 90 millas, ambas son de segunda, es la verdad.
He leìdo algunas cosas de èl. Sus puntos de vista siempre resultan polèmicos. No tengo informaciòn acerca de si llevaràn algùn libro suyo al cine.

óscar pita-grandi -

Me preguntaba si alguna vez se realizarán algún film basado en los libros de Pedro Juan Gutiérrez, a quien algunos llaman "el Henry Miller habaneri".

óscar pita-grandi -

Excelente recuento. Una lista preciosa para disfrutar del mejor cine habanero. Hace poco vi SOY CUBA, del ruso Kalatazof, una pieza de colección que entraría también en el listado. Lugo vi una no my conocida, llamada MALHABANA, media cómica, bastante regular.
Un beso.