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Estamos advertidos. Cuba

Estamos advertidos. Cuba

La crisis económica mundial toca a las puertas del mundo. Mirar hacia adentro es necesario.

 

                      Por Zenia Regalado

 

Una colega nos comentaba esta semana la sencillez con la que generalmente visten los extranjeros que visitan la provincia en contraste con un número no despreciable de coterráneos que parecen pedir sobre ellos todas las miradas del mundo, algunos en desafío a las altas temperaturas de nuestro verano.

El tema no es nuevo. Desde tiempos pasados el isleño tiene fama de presumido y orgulloso y de prestar interés por su presencia.

En dosis adecuada el cuidado en el vestir habla de la estima de una persona por sí misma, lo cual puede lograrse desde la sobriedad sin artilugios extravagantes y costosos diseñados, más para presumir de poder que de buen gusto.

 

Los diseñadores cubanos insisten una y otra vez en que al clima tropical le es inherente la sencillez para soportar el sopor del verano, pero ello no parece tener el suficiente eco en la sociedad en la que se reitera el uso, en todo tiempo, de jeams de 24 y más cuc, los cuales son el último grito lo mismo a las 12 del día que a las nueve de la noche.

Bueno, al que dios se lo dio San Pedro que se lo bendiga, pensarán algunos y ello es cierto; pero no debemos olvidar que estamos advertidos.

 

La crisis económica mundial demorará en su impacto y como es ley en el sistema capitalista, los ricos han sido premiados.

Leíamos en estos días que el ex presidente de General Motors, forzado a dimitir por la Administración de Obama, ha sido “indemnizado” con casi diez millones de dólares durante los próximos cinco años.

Pero no es el único ejemplo. Grandes compañías de seguros y bancos, salvados de la quiebra con dinero de los ciudadanos, han acordado restaurar el sistema de bonos para sus ejecutivos. Una de las causas de la catástrofe económica que padece el mundo. La vida sigue igual……

 

Y ante este estado de cosas en un mundo catalogado de locos, ¿qué puede hacerse en una nación pequeña y pobre? , ¿pensar con mentalidad de acaudalados?.

Ante los nuevos ajustes que se imponen en la sociedad cubana no es descabellado referirse a la necesidad de un cambio de mentalidad y de la multiplicación del sentido común puertas adentro.

Sobre todo los adolescentes, en su edad de las ilusiones, necesitan conocer la economía familiar, de qué se sustenta, pues todos, sin excepción, unos más y otros menos sentimos los embates que encallan las aspiraciones y posponen sueños.

Se impone una vida donde lo útil girará una vuelta más a la tuerca en comparación con lo bello en una sociedad en la que una parte no despreciable de ella parece tener exclusivamente como tema de conversación la competencia por las marcas.

 

Ya lo aseveraba un veterano en una oficina. No hay joven que se sienta cómodo si no calza unas buenas zapatillas.

La verdad, que parece hoy irrefutable, asusta quizás al descubrir la manera engañosa en que un mundo diseñado para ricos manipula los deseos y las vidas de las personas haciéndolas esclavas de sí mismas mientras les hace creer que eso es la libertad.

Todo indica que la frase que emplean los italianos “vivere parvo” (vivir con poco) ha sido borrada de más de un diccionario, e incluso hasta desde más de un medio de comunicación en los que se canta a la fatuidad y al estilo plástico, aquel concepto que en otra época criticó Rubén Blades en su memorable canción La chica plástica.

Tendremos que escoger y redefinir que es lo más adecuado, si vivir en medio de ese espejismo que impulsa a una permanente cabalgata hacia el consumismo, o si ajustamos el universo en el que se cuece o incinera la vida de más de un joven.

 

Ese es el asunto al que académicamente se le denomina la batalla por nuestros valores sin definir de cuál se trata ni dónde como si temiéramos nombrar a cada cosa por su nombre.

Es la conciencia de todos colocada frente al espejo, más allá de narcisismos, egos y presunciones, sin caer en el extremo de que haya que andar desarrapado, pues los extremos siempre se tocan.

 

La cuestión es, a nuestro modo de ver, colocar cotas en ciertos despeñaderos que amenazan con ampliarse y que navegan contra corriente.

En lo económico el reajuste nacional llama a volver la mirada a la tierra, a distribuirla ordenadamente a quien la quiera trabajar y aprovecharla hasta el último palmo con el fin de aumentar la producción de alimentos, cuya falta de variedad toca con fuerza a la mesa del cubano. 

Realidad y aspiraciones; brillo plástico y esencias; sencillez y presunción. Binomios de hoy.       

 

  

 

 

 

 

2 comentarios

Zenia -

Si de pantalones se trata... lo cierto es que son bien caritos, al menos para una mitad de la población.
También es cierto que hay lugares en los que está prohibido - y no son de educación- no sólo el short, también la pantaloneta, como un centro vueltabajero que lo tiene así incluido en su reglamento, a pesar de no ser un cabaret nocturno ni nada por el estilo.
Un joven recién graduado nos lo transmitió como una preocupación suya y de otros coetáneos suyos.
No es lo mismo presentarse en short a ver a la camerata Romeu, que asistir a un centro laboral en pantaloneta en medio de tan agobiante calor y con las medidas de ahorro en los centros estatales.
Muchas veces vamos a los extremos.

ZorphDark -

El tema de los pantalones en el tercer párrafo es para pensarlo varias veces, jaja. Aunque hay muchos lugares que uno frecuenta donde no puede entrar en shorts o bermudas, algo injustificable en este excesivo verano.