Llueve en Copenhague. Ganan los bancos

 

 

“Si  el clima  fuera un banco

 

 

 

ya lo habrían salvado”

 

 

Esa es una de las consignas que se ha visto en carteles en estos días en las calles de Copenhague y que Hugo Chávez, el presidente de Venezuela,  citó en su intervención en la cumbre de Cambio Climático, catalogada por muchos observadores como un caos en el que no parece que se llegará a acuerdos que marquen verdaderamente un hito para el Planeta.

 

Las propuestas de aporte de los países desarrollados – los más contaminantes- son exiguas.

 

Los bosques seguirán esperando. Los gases de efecto invernadero continuarán ensuciando el planeta, pues el acuerdo sobre sus reducciones no parece que satisfará la demanda urgente.

 

Como si fuera poco, el complejo militar industrial seguirá con su letal producción de armas.  

 

Pese a todo, segmentos sociales que pueden incidir en la conciencia, aunque no decidir, como el arte y la cultura, continúan la apertura en estos días de exposiciones en las que se vinculan estas temáticas. En Varios países los artistas trabajan sus obras en intercambio constante con científicos y expertos en medio ambiente, quizás sea la tendencia que más preponderancia alcance después de Copenghague- llueve sobre mojado después de Kioto-  donde ya todo indica que la austeridad monetaria de quienes tienen la plata guardada a costa de la naturaleza será la marca.

 

Economía y medio ambiente se han visto las caras una vez más. Los banqueros ganan.