El 75 por ciento depende de la agricultura. Desertificación
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En una cucharilla de tierra pueden existir 6 000 especies diferentes y más de un billón de bacterias. El dato lo afirman documentos de la ONU que dedica el 17 de junio al Día Mundial de la desertificación.
Afirman los expertos que la diversidad y el tipo de actividad de estos organismos que viven en la tierra es señal de su buena calidad
El conocimiento de los suelos y la batalla contra todo lo que puede hacer perder su productividad es hoy más que nunca una estrategia indispensable en la seguridad alimentaria.
Hacia los suelos se vuelven las miradas y no basta con saber lo que hay que hacer, sino multiplicarlo como hacen muchos ya en la búsqueda de alternativas para producir, en lo que participan cientos de personas que llegan a ello sin experiencia como bien se analizó recientemente en el Congreso de la ANAP.
La unión de la ciencia con los productores es decisiva y más en los tiempos de crisis mundial económica y de todo tipo, también ambiental.
Aseguran los expertos que las formas de vida que residen bajo el terreno determinan la estructura del suelo, descomponen materiales que incrementan la biomasa y los nutrientes de las plantas en el suelo, eliminan las toxinas, que contaminan la tierra, y ofrecen productos naturales que proporcionan a los cultivos la protección necesaria contra plagas y brotes de enfermedades.
Es una cadena, cada eslabón depende del otro. Cada día la agricultura urbana y suburbana deben tener en cuenta todos estos detalles. Se escucha hablar de las experiencias en ese campo, de los patios de referencia que campesinos aquí y allá desarrollan con sus cultivos en una tarea en la que la ciencia puede aportar sus investigaciones y multiplicarlas para que no queden guardadas.
Los suelos ricos en biodiversidad también son buenos productores de agricultura.
El 75% de la población de países en vías de desarrollo dependen
directamente de la agricultura para sobrevivir, cualquier disminución de la productividad del suelo tiene un efecto directo en la seguridad alimentaria. Si se hace un buen uso de ella, la biodiversidad se convierte en un recurso natural para generaciones futuras así como para aquellos servicios que están aún por descubrir.
Hacer ciencia, hablar de ello, amplificarlo es una necesidad urgente. EL CITMA en la provincia monitorea y atiende las instituciones vinculadas a estos temas, entre ellos las que tienen que ver directamente con los suelos.
El humus de lombriz, el compost ganan cada vez más seguidores. En los Institutos Politécnicos Agropecuarios (IPA), en los que se forma la fuerza de trabajo joven, se enseñan estas prácticas que también muchos campesinos ya asumen.
La lucha contra la desertificación es una constante no solo de un día, es permanente. Plantar árboles, mejorar los suelos ante la escasez de fertilizantes todo ello son líneas de trabajo del CITMA que multiplican el conocimiento de iniciativas en tal sentido.
La biodiversidad del suelo se puede mejorar por medio de la gestión sostenible de la tierra, con prácticas tales como el desarrollo de una agricultura que recupere, rehabilite y enriquezca el suelo, afirman los especialistas.
Los servicios prestados por la biodiversidad del suelo en las zonas
secas son particularmente sensibles a la gestión inapropiada y a la pérdida de la cubierta vegetal.
De la sequía se escuchan noticias en la isla sistemáticamente, por ello todo lo que pueda disminuir su impacto es útil para lograr de la tierra lo que se necesita de ella, con una mentalidad abierta a la ciencia y a la integración entre investigadores y productores.
El hombre necesita de los otros millones de especies que le rodean, hacer conciencia de ello desde edades tempranas es una premisa básica.
3 comentarios
Ramon Romero -
Los cubanos están por demostrar en sus propias carnes que dicha teoría no es cierta.
Zenia -
enrique -
Si eres tú, bienvenida y un abrazo desde esta otra Isla.