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Remembranzas de la alfabetización

Remembranzas de la alfabetización

 

 

 

Uno de los sucesos de su vida que recuerda con mayor agrado fue su participación en  la alfabetización de nueve campesinos en la zona de El Guayabo durante aquella epopeya efectuada en 1961.

Ver cómo los campesinos aprendían a leer y escribir guiados por él es una experiencia que le reconforta siempre que la recuerda, y más este año en que se cumple su aniversario 50.

Juan José León Coro recuerda de aquella época cómo sin corriente, a la luz de la chismosa, los iletrados aprendían poco a poco en las cartillas a escribir su nombre, y la alegría que se les veía en los rostros cuando comenzaban a descubrir el mundo del conocimiento.

Él perteneció a una brigada Venceremos que atendía la zona desde el reparto Cuba Libre hasta el Guayabo. Salían a las 5.30 de la tarde de lo que es hoy la tintorería militar, en la capital provincial, y cada uno iba hasta el lugar que les correspondía hasta las 9.30 de la noche.

Fue en abril que se hizo el llamado para incorporarse a la alfabetización. Olga fuente era la jefa de su grupo. Alrededor del 20 de diciembre concluyeron la tarea en su zona y el 22 Cuba entera se declaró libre de analfabetismo.

Tiene 70 años y lleva 46 en la docencia, una vida marcada por aquel hecho ya que sigue enamorado de su profesión como el primer día.

Imparte la asignatura Metodología de la investigación cualitativa y cuantitativa y agroecología como profesor titular consultante en la universidad de ciencias pedagógicas Rafael María de Mendive.

“A los jóvenes que formamos hoy como profesores aquella experiencia les sirve como basamento de ética profesional, de saber cómo trabajar en el momento histórico y responder al pensamiento martiano ser cultos para ser libres, que tiene un amplísimo significado en pocas palabras.

“La campaña me hizo ver el porqué de la Revolución, cómo vivía la gente en el campo y aprendí a sentir más por esa Revolución que se ocupaba de los humildes.

“Siempre me vinculé a escuelas técnicas hasta que en el 96 empecé en el Pedagógico y me hice maestro completo y allí me siento muy bien, ya estoy pasado de la jubilación y sin embargo no me retiro, me siento bien frente al aula, entre los alumnos, la pizarra, la tiza y yo hay una inmensa relación de cariño”, subraya.      

No ha dejado de superarse por eso es doctor en ciencias agrícolas. Su tesis doctoral sobre ordenamiento de cuencas hidrográficas la concluyó en el 2001 y se aplica en la docencia en el tratamiento a los recursos naturales, también en la producción agrícola, específicamente en la UBPC Los Burros, de Minas de Matahambre.

Dirigió desde 1997 hasta el 2002 un proyecto en la cuencas del río Cuyaguateje de ordenamiento territorial que ha sido de utilidad en la educación ambiental al determinar el impacto y la organización de la estructura forestal y su interrelación con las escuelas de la provincia para que los alumnos interioricen cómo cuidan el lugar donde viven, el tratamiento que se le da a la basura.

Como parte de ese proyecto se desarrolló el programa Mi árbol del siglo XXI y a los estudiantes del Pedagógico se les hacen llegar diferentes conocimientos de esa investigación de forma directa mediante la docencia.

La investigación por él realizada es una metodología que se ha puesto en practica en otras cuencas como río Puerco, en La Palma, río San Diego y en otras del país.

Le gustan la Literatura, la Historia antigua y moderna, ver películas y leer todos los periódicos.

Entre aquellos que considera los mejores maestros por su conducta y enseñanzas se encuentran José Martí, Mella, y los integrantes de la generación del centenario, muchos de los cuales siguen ocupando una trinchera frente a la Revolución.   

Tiene dos hijas y dos nietos y  lo que más disfruta en su tiempo libre es compartir con su familia.

Entre sus buenos recuerdos guarda también sus inicios en la docencia cuando tuvo que aspirar a una plaza por oponencia para la que había once aspirantes.

Se autodefine como un optimista para enfrentar las adversidades de la vida y disfrutar todos sus buenos momentos.

Tiene palabras elogiosas para su esposa, jubilada del Minint y afirma que sigue enamorada de ella, con quien ha compartido la creación de su familia, el refugio ideal para todo contratiempo.

Se siente satisfecho con los cambios que ha visto implementarse en la Enseñanza superior, sobre todo la introducción de procesos tecnológicos de la informática, así como la realización de trabajos fuera del aula, en empresas, en politécnicos como el Tranquilino Sandalio de Noda. Cada alumno se vincula una semana con la actividad práctica y eso complementa sus estudios teóricos y les permite aplicarlos.

 

 

Foto: Osbel Concepción

 

 

 

 

 

 

 

 

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