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¿CÓMO ASESINARON A TUPAC AMARU Y SU FAMILIA?

¿CÓMO ASESINARON A  TUPAC AMARU Y SU FAMILIA?

..a Francisco Tupac Amaru tío del insurgente y a su hijo Hipólito se les cortó la lengua  antes de arrojarlos de la escalera de la horca; a la india Condemaita se le dio garrote en el tabladillo que estaba dispuesto con torno de fierro que a este fin se había hecho y que jamás habíamos visto por acá. Habiendo el indio y su mujer con sus ojos ejecutar estos suplicios hasta a su hijo.


Hipólito  que fue el último que subió a la horca. Luego subió la india
Micaela Bastidas: se le cortó la lengua y se le dio garrote en que padeció infinito porque teniendo el pescuezo muy delicado no podía el torno ahogarla: fue menester que los verdugos echándole lazos al pescuezo y tirando de una y otra parte y dándole patadas en el estómago y pechos la acabaron de matar.

Cerró la función el rebelde José Gabriel  a quien se le casó a media plaza; allí le cortaron la lengua y despojado de los grillos y esposas lo pusieron en el suelo, atáronle las manos y pies a cuatro lazos  y asidos estos a las cinchas de cuatro caballos le tiraban cuatro mestizos a cuatro distintas direcciones-espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad. No se si porque los caballos no fueran muy fuertes  o el indio en realidad fuese de fierro no pudieron absolutamente dividirlo; después que un largo rato que lo tuvieron tironeando de modo que lo tenían en el aire en un estado que parecía una araña, tanto que el visitador Arreche movido de compasión para que no padeciese más aquel infeliz, despachó de la compañía (desde donde dirigía la ejecución) una orden mandando que el verdugo le cortase la cabeza como se ejecutó.

Después se condujo el cuerpo debajo de la
horca donde le sacaron los brazos y las piernas.
Esto mismo se ejecutó con la mujer y a los demás  les sacaron las cabezas para dirigirlas a diversos pueblos. Los cuerpos del indio y su mujer se llevaron a Picchu donde estaba formada una hoguera en la que fueron arrojadas y reducidos a cenizas las que se arrojaron al aire y al riachuelo que por allí corre. De este modo acabaron José Gabriel Tupac Amaru  y Micaela Bastidas cuya soberbia y arrogancia llegó a tanto que se nominaron reyes del Perú, Chile, Quito, Tucumán y otras partes hasta incluir al gran Paitití. 

Este día concurrió un crecido número de gentes, pero nadie gritó ni levantó una voz; muchos hicieron reparo y yo entre ellos y entre tanto concurso no se veían indios, a lo menos en el traje mismo que ellos usan y sí hubo algunos estarían disfrazados con capas o ponchos. Suceden algunas cosas que parece que el diablo las trama y dispone para confirmar a estos indios en sus abusos y agüeros y supersticiones. Dígale que habiendo hecho un tiempo muy seco y días muy serenos aquelamaneció tan toldado que no se vio la cara del sol amenazando por todas partes llover y a la hora de las 12  en que estaban los caballos estirando al indio se levantó un fuerte refregón de
viento y tras este un aguacero que hizo que toda la gente y aun las guardias se retiraran a toda prisa.

Esto ha sido causa de que se hayan puesto a decir que el cielo y los elementos de la naturaleza sintieron la muerte del inca que los españoles inhumanos e impíos estaban matando con tanta crueldad Levin B. La Rebelión de Túpac Amaru y los Orígenes de la Emancipación
Americana Págs 497-498, 1957
 

3 comentarios

nahir -

esto es una aventurarararararararararrarararrararararrararararararararararararararararararaararararar. jajajaja

charo -

esto es geniallllllllllllllll

Antonio -

¡Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan, ¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades! Pues, ¿quién es el hombre? ¿el que se queda con la madre, a curarle la enfermedad, o el que la pone a trabajar donde no la vean, y vive de su sustento en las tierras podridas con el gusano de corbata, maldiciendo del seno que lo cargó, paseando el letrero de traidor en la espalda de la casaca de papel? ¡Estos hijos de nuestra América, que ha de salvarse con sus indios, y va de menos a más; estos desertores que piden fusil en los ejércitos de la América del Norte, que ahoga en sangre a sus indios...
(José Martí)