Un blog puertorriqueño introduce el tema, que parece ser universal. La nueva telenovela cubana Oh La Habana - a la cual se le ha criticado lo poco convincente del conflicto principal entre la pareja, de cónyuges- también esboza el asunto.
Una ingeniera, mujer joven y atractiva, es acosada en su centro de trabajo por un compañero de oficio. Ella es su jefa, y él insistentemente intenta manipularla contra el esposo.
La mujer, airada le lanza al rostro que si continúa en sus posiciones lo acusará por acoso sexual.
Otras actitudes machistas son expuestas en la novela, como el lumpen que regresa a maltratar a su ex esposa y la persigue como si fuera el dueño de su vida.
Hubo una escena muy bien lograda en la que él se quita hasta el cinto del pantalón y la castiga violentamente, un hecho que aquí no es aislado, ni una aguja en un pajar, lamentablemente.
Spot televisivos de bien público abordan el asunto de la violencia contra la mujer, y en reiterados dramatizados aparece este capítulo poco agradable de la realidad, sobre todo cuando hay bebida de por medio.
“Me lo contó una estudiante. Había escuchado de uno que otro caso. Son casos aislados. Son los menos, gracias a Dios. Pero hay uno que otro profesor en las universidades del país, y presumo que se repite a través del mundo, que usan el poder de sus posiciones para obtener favores sexuales de estudiantes desesperadas o desesperados por obtener una calificación favorable. Lo mismo ocurre en otras empresas. Pero es ilegal. Es antiético. Es una violación. Es un abuso. Es una caja de Pandora. Nadie la ha abierto. Hasta ahora. No nombraré nombres. Contaré situaciones. Y al que le caiga el sayo que se lo ponga. Esto tiene que parar. Ahora”.
2 comentarios
Zenia -
Edwin Vázquez -