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DE COMPRAS, EN EL MERCADO AGROPECUARIO

DE COMPRAS, EN EL MERCADO AGROPECUARIO

Voy de compras generalmente los sábados al mercado agropecuario. Iba con un deseo que me hizo recordar El olor de la guayaba, de Garcìa Márquez.

En una conversación familiar mi mamá, mi papá, mi hija y yo habíamos llegado a un consenso: es más delicioso un mango o una guayaba que una manzana.

Por esos inexplicables caminos de la mente, tan aprovechados por la propaganda subliminal, se dibujó en mis neuronas una guayaba.

Salí a convertir el deseo en realidad. El mercado agropecuario de La Alameda no tenìa más allá de 15 personas distribuidas por todas sus tarimas en las que se vende: yuca, malanga, tomate, ajo, cebolla, frijoles, plátano maduro y verde...

La población prefiere las placitas antes que el mercado, pues en ellas los precios son más bajos.

En una tarima descubrí unas suculentas guayabas, no me fijé que no tenían colocado el cartelito con el precio. Le pedí al vendedor tres libras, y le extendí un billete de veinte pesos Después que las echó en una jaba de nylon me devolvió cinco pesos.

"Oiga, yo le di un billete de veinte pesos", llamé su atención.

"Sí- respondió- las guayabas son a cinco pesos la libra".

"Si hubiera sabido que tenían ese precio ni se me ocurriría comprarlas", respondí.

Entonces puso rostro de buenos amigos, me hizo un guiño, y con manos de mago colocó el cartel con el precio en el lugar vacío de donde había sacado las frutas.

"El precio estaba colocado aquí, pero usted no se fijó", agregó con el mejor de los tonos de la voz.

Sentí como la ira me ponía roja la cara: me acababa de timar y ahora me hacía quedar como una distraída, y aunque lo soy para muchas cosas, cuando llego al mercado agropecuario aguzo mis sentidos "para que el vivo no viva del bobo", como afirma uno de nuestros refranes.

De vuelta a la casa comencé a comerme una de las guayabas, y no sé, a pesar de que estaban muy sabrosas, no podía dejar de acordarme del rostro del vendedor, tampoco de García Márquez.

 

PROBLEMAS DEL MERCADO AGROPECUARIO EN CUBA

Trabajo del profesor de la Universidad de La Habana Armando Nova, en:

UBPC, mercado agropecuario y propiedad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4 comentarios

Zenia -

Saludos Omar. Sì, realmente me puse muy brava. "Es un bicho este vendedor", como decimos aquì.
Te deseo lo propio amigo mìo.

omar -

Muy esclarecedor el texto. Me imagino tu cara de bronca, ja, ja,.

Te mando un beso grande y deseo que pases una hermosas fiestas

Omar

Zenia -

Joan. Cuando se acerca el fin de año siempre hay màs movimiento.
Los estudiantes becarios estàn en sus hogares desde el viernes y permaneceràn con sus familias hasta el tres de enero: el bullicio aumenta en las calles y en los establecimientos pùblicos.
Aquì se està preparando una feria para fin de mes. En ella se venden mùltiples objetos: desde un juego de sillones para la sala, hasta un racimo de plàtanos, a precios màs bajos que los del mercado agropecuario.

Joan Guerrero -

¿y allá? ¿mucho movimiento en la ciudad? Aquí todo está caótico.