POLIGAMIA EN LA TELEVISIÒN
El documental titulado Las tres mujeres de mi marido fue difundido ayer por el espacio de la televisión cubana “Pasaje a lo desconocido”. El hecho fue presentado como un caso poco común, y así lo apreciamos, aunque lo sería más si en vez de ese título hubiera sido “Los tres maridos de mi mujer”.
Habría que ver la reacción de los televidentes en una sociedad culturalmente con fuerte raíces de patriarcado, como toda Latinoamérica.El citado material –el primero, pues no estamos hablando de la película brasileña Doña Flor y sus dos maridos- es un testimonio de la vida de un hombre de Texas que tiene tres mujeres con varios hijos viviendo en su misma casa, pues “una sola de ellas no llena sus expectativas emocionales”.
Ese es el nudo explícito del documental.La psicóloga Patricia Ares, invitada al programa televisivo, dejó bien explícito que en su larga vida profesional ha conocido casos de mujeres a las que les ocurre lo mismo; pero se frenan porque la sociedad no les vería igual que a los hombres.
En Cuba, la bigamia es un delito, nadie puede tener dos parejas legalmente declaradas; pero un buen número de hombres mantienen relaciones extramatrimoniales sin romper su unión tradicional, y lo hacen “para mantener su matrimonio inicial”, expresó la estudiosa.
Corroboró el debate que un significativo número de mujeres en la isla se hacen las desentendidas cuando el esposo les es infiel debido a que asumen el matrimonio no solo como una unión de sentimientos, sino como un contrato que permite ciertas mejoras económicas si el hombre tiene una mayor entrada y posibilidades.
Pero otro grupo de mujeres, con independencia económica y mayor estima personal, no aceptan compartir su amor y rompen los vínculos cuando conocen la infidelidad de su esposo.En nuestra vida profesional, en el barrio, en lugares públicos escuchamos frecuentemente expresiones como ésta:” Él está con otra; pero es el padre de mis hijos, busca comida para la casa y nos ahorra rigores”.
Por lo que leemos sobre otras geografías el tema y su tendencia no es un fenómeno de Cuba ni mucho menos, tiene alcance universal.Pero, preferimos el amor romántico, leal, maduro y capaz de navegar contra tentaciones y sentimientos primarios.
El propio protagonista del documental de marras al final no sabe ni qué hacer, pues dentro de la casa la vida ha perdido estabilidad al tener que intentar mantener alguna estabilidad entre tantos intereses, personalidades y puntos de vista.Si dos pasan trabajo para entenderse, ¿cómo será con una unión múltiple?.
Hasta los propios hijos de este macho de harén afirman que quieren vivir de una manera más normal.En reiteradas oportunidades las telenovelas y otros programas insisten en triángulos y otras figuras geométricas; dedicando menos tiempo y creatividad para profundizar en los espacios que engrandecen la estabilidad de la pareja; la forma de construir entre dos un sendero a partir de la más amplia y abierta comunicación.
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foto tomada de libertad digital
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