DOCUMENTAL SOBRE POLO MONTAÑEZ: DESDE ABAJO
Un documental acerca de Polo Montañez, el guajiro pinareño que cantaba con el alma, realizado por Frank Miló Sotres, será presentado este 15 de agosto, en la sede del Consejo Veterinario Provincial.
Acabamos de recibir la invitación del Grupo de Video Framar. Gracias. Recordamos con mucha satisfacción aquella entrevista que le hiciéramos hace años, para el periódico Juventud Rebelde, la primera en un medio impreso nacional. Nos la concedió pasada la una de la madrugada. Sentados en un portal del hermoso pueblo de Viñales, cuando acababa de dar un concierto en un Viñales Moda. Entonces apenas se le conocía en Cuba.
¡Caramba guajiro¡, la gente se acuerda siempre mucho de ti y de tu montón de estrellas. Acabo de rescatar varios trabajos que le hiciéramos al bardo pinareño, quien murió en el 2002 en un accidente de tránsito y que no temía al ridículo, pues su inmensa naturalidad era uno de sus mayores talentos.
Guajiro natural por siempre Por Zenia Regalado y Edmundo Alemany
Para nada necesitó de poses, escándalos o historias retorcidas: con su perenne sombrero y unas manos grandes de quien ha labrado la tierra y practicado duros trabajos ocupó bien rápido un sitio en el corazón de millones.
Polo Montañez estaba muy lejos de parecer una figura de la farándula de esas que las grandes disqueras venden.
Un disco compacto - Guajiro natural - llevó su voz a numerosos países y despertó el interés por conocer quién era ese hombre con gracejo campesino, en cuyas composiciones asoma el paisaje cubano, el amor, tradiciones y creencias propias de esta tierra.
Fernando Borrego Linares fue su nombre de pila, hijo del carbonero Julio Borrego y de la ama de casa y partera Lucrecia Linares (Meche), y vino al mundo el cinco de junio de 1955.
"Nací en El Brujito, detrás de Soroa, en Candelaria. De ahí nos mudamos para muchos lugares como La Cañada del Infierno, Casablanca, La Finca del Cuzco... todo en las montañas, porque mi papá, cuando se acababa el monte en un lugar se iba para otro para seguir quemando carbón. Con 12 ó 13 años, que yo recuerde, ya andábamos todos los muchachos detrás del viejo, cada vez que iba a velar un horno por allá, no sé en qué monte", nos dijo una noche de marzo de 2001 en Viñales, cuando apenas se empezaba a escuchar en Cuba.
Lo de Polo es un sobrenombre que tuvo desde pequeño; y lo de Montañez, el apellido artístico por haber pasado la mayor parte de su vida en las lomas.
Solo venció la enseñanza primaria, porque en su niñez eran pocos los maestros que se aventuraban a dar clases en los remotos parajes de las sierras vueltabajeras. Además, las continuas mudadas y la pobreza de la familia no ofrecían muchas oportunidades.
El padre hacía música cuando acababa sus labores, y Polo y sus hermanos le siguieron también en esos trajines. Eran tiempos de fiestas de hasta tres días, las que amenizaban todos los "relambíos" que intentaban sacar sonidos a instrumentos hechos de forma rudimentaria. De sus recuerdos de esa época nos dejó Le zumba el mango, una de las composiciones del segundo compacto Guitarra mía.
Realizó diversas faenas, además de carbonero: ordeñador, medidor de suelos, tractorista, cortador de caña. Pero siempre sacó tiempo para su música.
"Muchas de mis composiciones son vivencias. La musa es como un infarto que te coge dondequiera y entonces uno la aprovecha", explicó con la desenvoltura que le caracterizó.
En 1972 se mudó para Las Terrazas, una comunidad hecha por la Revolución en medio de la Sierra del Rosario.
"En el 94 estaba el hotel Moka terminado. No recuerdo quien se dio cuenta de que hacía falta una agrupación, y como la nuestra ya estaba hecha, nos dieron la oportunidad de empezar a presentarnos allí", dijo.
Ese fue el mismo grupo que desde entonces le acompañaba, muchos de los cuales cargó cuando niños.
Ninguno estudió música, todo lo hacían de oído. Ensayaban de la manera más natural del mundo: Polo daba la melodía con la boca o con un instrumento y ellos le seguían el timbre, acoplándose poco a poco hasta que salía la canción.
Ya como Polo Montañez se le conoció primero en el extranjero que en Cuba: un amigo del guajiro le comentó a alguno de la disquera Lusafrica que había un guajiro en la loma que hacía una música auténtica. Le hicieron una audición y con tres números que interpretó fue suficiente: en 1999 se grabó el compacto y poco a poco se abrió paso en un mercado lleno de espinas.
¿Qué le llevó al éxito?: Una manera de decir diferente, porque sus composiciones él mismo las catalogó como ajiacos: hay de monte adentro, y también destellos de son, bolero, cumbia, guarachas bachata...pero sobre todo de ese algo que rompe el alma y que no se estudia en ninguna escuela de música.
No tuvo momento del día predilecto para crear: "A la hora que me llegue el infarto compongo. Mis canciones están en la mente, y vienen hasta en la Autopista cogiendo botella. Igual lo hacía cuando manejaba tractores y montaba a caballo. Me encanta cantarle al amor, a la Naturaleza y a las cosas lindas", dijo al respecto.
En medio de cualquier concierto se le escuchaba espantar un caballo o decir: "Mueve la carne Gladys", con esa ocurrencia y gracia de un hombre pleno de sensibilidad montuna.
Guitarra mía va por igual camino que su primer compacto: atrapa en cada una de sus 14 composiciones y es más orgánico. Sobresale la canción que le da nombre al DC así como El rincón de mis ansias, Suave y divina, Flor pálida, Yo tengo mi babalao y Le zumba el mango.
Y fuera de su discografía está el poema Regresaré, de Antonio Guerrero, uno de los cinco jóvenes cubanos prisioneros en cárceles norteamericanas por defendernos de los terroristas.
Tony, en reciprocidad, le dedicó unos versos que aún no se han encontrado entre la papelería del intérprete.
En apenas dos años, Polo logró lo que casi nadie ha podido:
Obtuvo el Disco de platino por las ventas de Guajiro natural; en Colombia se le tiene como uno más de sus grandes intérpretes; y recorrió parte de Europa y de Nuestra América.
Aquí llenó plazas, estadios y teatros como pocos.
Cubanos dispersos por los más diversos confines del planeta buscaron sus discos y casetes. Y ahora, ante el accidente, enviaron decenas de correos interesándose por su salud y haciendo votos por su recuperación. También personas de otras nacionalidades mostraron su solidaridad.
Al conocerse su deceso, alguien escribió a Guerrillero: "Descansa en paz guajiro, que siempre te tendremos presente como un baluarte pinareño y el más fiel exponente de la humildad campesina".
Polo Montañez llegó de la yunta de bueyes, del olor a carbón, y se quedó por siempre entre nosotros
Tomado del sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba:
http://america.cubaminrex.cu/MirarCuba/Articulos/Cuba/Provincias/PinarDelRio/Guajiro.html
Más en:
http://www.juventudrebelde.cu/2003/abril_junio/jun-3/print/elcumpleanos.html
Luis, el hermano de Polo, lo recordó así en el 2004, dos años después de su muerte:
http://www.guerrillero.co.cu/polomontanes/adosanos.htm
La muerte de Polo Montañez, en el 2002:
Cubarte - El Portal de la Cultura Cubana
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