SALVARON LA VIDA ENTRE DOS COLCHONES: GUSTAV
En el quinto piso del edificio uno, en el pueblo pinareño de Los Palacios, Miriam Hernández Canino pasó junto a su hija terribles momentos en los que pensaba que ambas morirían.
Con el nerviosismo aún en el rostro relató a los reporteros la angustia del azote de Gustav, quien demostró que un huracán categoría cuatro se burla de las persianas de madera y también de las de aluminio.
“Primero escuchamos como explotaba una de las persianas de aluminio del cuarto. Corrimos y nos acostamos en la cama, entre dos colchones pensando únicamente en salvar la vida. Después estallaron todas las persianas. La fuerza de los vientos se llevó mis dos sillones de aluminio que tuvimos que recoger después a dos cuadras del edificio. El refrigerador fue derribado.
“Nunca pensé ver una cosa así en un edificio de apartamentos”, afirma mientras se mueve nerviosa de un lado para otro en su hogar que está patas arriba, como miles, al día siguiente del paso de Gustav.
Miriam, decidió quedarse en su apartamento; pero una vecina suya de la tercera planta: Idania Valdés Hernández, se fue para la casa de su mamá, quien vive en bajos. Al regreso, encontró dos closets de los cuartos prácticamente triturados, como si algún animal se hubiera dedicado a morderlos pedazo a pedazo. Una parte de la ropa voló nadie sabe a dónde.
Las persianas de su apartamento son de madera. Todo indica, según lo que ella dedujo, que al penetrar por una de ella los fuertes vientos, después arrancaron la puerta del cuarto de su hijo, que posiblemente salió disparada como un proyectil y rompió el balcón.
Ella, muy angustiada ante los destrozos en el interior de la vivienda reconstruye la escena de la embestida de Gustav tal y como indican las heridas que dejó el meteoro en su hogar.
En cualquier esquina del pueblo de Los Palacios se encuentran testimonios de destrozo, pues se estima según datos preliminares de las autoridades del territorio, que en dicho municipio se produjeron unos 4 500 derrumbes totales y que alrededor de 6 500 viviendas fueron afectadas en los techos.
Gustav indudablemente marcará un hito, con sus records de diverso tipo y con la triste celebridad de ser el primer categoría cuatro que azota al territorio, y que demostró que con esa fuerza no se cree en nada, que lo digan si no las torrres de alta tensión retorcidas como si fueran de papel.
Foto Santiago Calero:
El hueco de la persiana de aluminio en el apartamento de Miriam Hernández simula casi un paisaje y demuestra cuánto puede sufrir un edificio azotado por un huracán categoría cuatro.
IMÁGENES DE LOS DAÑOS
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