Nacen sanos 239 niños de madres con SIDA en Cuba
Por vez primera vimos ayer en la televisión un reportaje en el que aparecieron enfermos con el VIH SIDA en Cuba en las camas de un hospital. Se trataba del IPK (Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí), con un largo camino recorrido en la lucha contra la epidemia.
La periodista Milenis Torres fue la autora del material en el que se informó que más de 200 niños hijos de mujeres con el VIH SIDA han nacido en la isla. Una de las especialistas entrevistadas explicó que las isleñas, aunque enfermas, tienen el derecho de decidir si tienen su hijo o no, aunque previamente se les explican los riesgos y consecuencias.
El reportaje no fue complaciente con un asunto tan delicado, no cayó en la trampa de reflejar la enfermedad como un mito romántico capaz de despertar admiración en edades adolescentes en dependencia de la forma en que se maneje.
No hubo morbo, tampoco celofán gratuito. A nuestro modo de ver tuvo el justo equilibrio que generalmente tratamos de encontrar en la isla para evitar la crónica roja y el sensacionalismo, eso sí, sin ingenuidades.
El periódico el Heraldo de Chihuahua coloca hoy en las alertas de Google para el SIDA en Cuba, la noticia de que un total de 239 niños han nacido sanos en 346 partos de mujeres con el virus del SIDA, según datos de autoridades sanitarias cubanas.
Cuba figura entre los 22 países del mundo menos afectados, y realiza acciones de prevención para detener la epidemia que azota en el mundo a 42 millones de personas.
Se calcula que desde que comenzó a controlarse la epidemia se han detectado 10.400 casos y que actualmente viven con VIH-SIDA 8.600 personas y más de 3.700 reciben terapia antirretroviral, que se ofrece de forma gratuita.
En lo que va del año se han realizado más de 1.7 millones de pruebas de diagnóstico y la provincia más afectada es Ciudad de La Habana, con alrededor del 50 por ciento de los casos.
Madres con VIH SIDA
Expertos del IPK dan cuenta de que a la embarazada seropositiva al VIH, se le explica, tanto a ella como a su pareja los riesgos de tener un niño que pueda nacer infectado por el VIH.
Se le hace saber que si ella toma el tratamiento de AZT: 500 mg/d, a partir de las 14 semanas del embarazo hasta el parto, tiene el riesgo alrededor de 8 % de que su hijo sea seropositivo. Si se negara a tomarlo aumentaría a 30 %. Se le informa que aunque el niño nazca sano quedaría sometido en el futuro a serias dificultades.
Si la pareja después de lo explicado acepta en interrumpir el embarazo se le ofrecen todas las facilidades para ello; pero si deciden tener a su hijo, pues la decisión de los padres siempre debe
aceptarse y respetarse.
Se sigue por consultas prenatales suministrándole todo lo necesario. Esto incluye el AZT hasta que se produzca el parto, que debe ser por cesárea como está establecido en el programa para evitar que el niño pase por el canal del parto y se ponga en contacto con las secreciones vaginales de la madre que como se sabe es una de las posibles vías de infección en los niños.
Al recién nacido se le administra a partir de las 8 h de nacido AZT en jarabe a: 2 mg/kg/dosis cada 6 h las primeras 6 semanas de vida. También a todos estos niños nacidos de madres seropositivas se les suspende la latancia materna y se les administra lactancia artificial como contempla el programa, pues es otra de las vías de infección en los niños.
Opinan los expertos que con una buena atención primaria y una captación precoz de las embarazadas, se puede disminuir la transmisión del VIH por vía perinatal y se pueden conocer los resultados del seguimiento de los hijos de madres seropositivas atendidos en consulta.
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