Aventura bajo tierra. Naturaleza. Cuba
La naturaleza de la isla, su medio ambiente, las curiosidades y aventuras del mundo de la espeleología encuentran un sitio para la
la lectura especializada en El Explorador. Periódico Digital Espeleológico, un boletín dirigido por el pinareño Pedro Luis Hernández, espeleólogo con 30 años de experiencia en el mundo subterráneo, fotógrafo cazador de detalles del mundo natural, desde la belleza de una estalactita hasta una especie desconocida de mariposas.
De cómo nos relacionamos con el mundo natural, con especies que coexisten junto al hombre, principal depredador de muchas de ellas, incluidos los árboles, dependerá en buen grado el futuro de quienes habiten la tierra en los próximos años, del estado de conservación que tendrán los suelos, de su aridez, del rendimiento de los cultivos, cuando cada vez se hace más exótica una fruta en el mercado mundial.
¿Qué tienen que ver las cavernas con la vida en la superficie?. Mucho y todo. Bajo tierra están las claves de la antigüedad del hombre, de los estragos que ocasionaros sobre él los diferentes fenómenos naturales a lo largo del tiempo.
También en las cuevas encuentran hoy los labriegos modos rudimentarios de levantar su resistencia contra las embestidas naturales.
Hace pocos años se había abandonado una práctica rural antigua de conservar alimentos en todas las circunstancias, incluida la falta de refrigeración.
Un proyecto de la Facultad de Montaña de San Andrés, en La Palma, Pinar del río, sirvió para fortalecer el intercambio entre estudiantes, investigadores y campesinos.
En la zona se retomaron prácticas antiguas de almacenamiento, varias de ellas en cuevas, donde por su fresca temperatura, los tubérculos se conservan durante un buen tiempo y también otros vegetales.
UNIVERSIDAD CUBANA EN LA MONTAÑA
A unos 70 kilómetros de la ciudad de Pinar del Río, la facultad de montaña de San Andrés, La Palma, se vincula con los campesinos en el fomento y cuidado de cultivos característicos de esas zonas.
A Mario García, alias El Mocho, un campesino de la zona, el tabaco, el tomate, la yuca, el maíz y otros cultivos comenzaron a darle menos rendimientos, y su tierra empezó a perder materia orgánica.
Su olfato le dijo que tenía que bajar de su loma y acercarse a la ciencia.
Así lo hizo y fue a la facultad universitaria de Canalete, San Andrés –creada en 1990 - para formar ingenieros de montaña- y pidió asesoramiento hace cerca de ocho años.
Él es uno de los 30 campesinos que participan en un proyecto de fitomejoramiento, liderado por el Instituto de Ciencias Agrícolas de Cuba y que se ha extendido a otras provincias de la isla.
Muchas técnicas les transmite la ciencia a los labriegos, hasta de biotecnología.
La atención a la investigación agrícola y el vínculo entre las diferentes ramas de la ciencia son una necesidad para un país necesitado de aumentar la producción de alimentos, cuyas grandes extensiones de plátano fueron derribadas totalmente durante el paso de los huracanes Gustav, Ike y Paloma, hasta el punto de que sólo ahora, después de casi un año, aparecen los primeros plátanos.
Se aplicó intensivamente después de los meteoros la variante de la agricultura urbana, existente y fomentada desde antes, pero que alcanzó su mayor grado de aceleración después de dichos eventos con la multiplicación de huertos y organopónicos, en cuyo desarrollo intervinieron hasta estudiantes de los institutos politécnicos.
Las respuestas a la crisis mundial iniciada en el mundo capitalista y a la cual han sido arrastrados todos los países, aún en mayor grado los no desarrollados, tienen muchas de sus claves en la agricultura, en el cuidado de los suelos, en la investigación relacionada con ellos, además del ahorro de energía eléctrica para reducir el consumo de combustible.
De eso se trata, cuidar la naturaleza y volver los ojos a ella como madre de todas las riquezas.
Imagen: Campesinos en La Palma, Pinar del Río, se vinculan con investigadores y estudiantes universitarios.
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