Luces
Si toda la luz se apagara
tras los cristales
y Antoine pidiera un deseo,
bastarían
un vaso de leche tibia en las mañanas
el café tierno
cocido con lágrima
algún soneto recostado al azul
donde navegan Dalton y Miguel
con velas zurcidas de tertulias
crecidas bajo el ojo del Padre
en el rincón de Tina.
Ahmed,
divino en su delirio desnudo
místico en la oda a su pan
que ya no es negro
sino blanco como la luz
suspendida en el recuerdo
(Zenia)
2 comentarios
Zenia -
Gracias
Amparo -