Bendito El Niño

Hay dos cosas de las que hasta ahora nos hemos escapado en estos días de verano: los apagones, debido a las efectivas medidas de ahorro aplicadas en centros de trabajo y hogares; lo segundo, los huracanes y en esto último hay que decir que el bendito Niño nos ha ayudado, como a las demás islas del Caribe.

Ya sabemos, las grandes potencias recalientan el globo terráqueo  y los pequeños cargan las consecuencias.

La primera mitad de la temporada de ciclones, que terminó en agosto, lo hizo sin daños para Cuba, algo que parece dolerle a algunos a juzgar por algún que otro titular que recorre la red.

Cuatro tormentas se formaron en el Caribe y solo una llegó a huracán.

En datos difundidos por agencias, la investigadora cubana Maritza Ballester declaró que la temporada que concluye en noviembre no será tan activa como en años anteriores debido a la presencia del fenómeno de “El Niño” en el Pacífico.  

También agregó que no es la primera vez que en el citado período de tres meses no pase una tormenta tropical por la isla y que incluso hubo lustros en los que esto no ocurrió.

Es bien cercano el año en el que Cuba no fue azotada por ningún ciclón, 2007.

La propia fuente informó que entre 1985 y 1996 no pasó por la isla ni un solo huracán, y entre 1952 y 2001 no llegó ninguno de gran intensidad.

Fue a partir de 1996 que  se incrementó notablemente la actividad ciclónica, aunque para lo que resta del presente año la experta prevé que sea “normal” y “poco activa”.

Bendito El Niño en toda Cuba y sobre todo en esta zona la más occidental.