Espacio para la mujer

Son escasos los programas  televisivos que ahondan en el mundo femenino, en sus inquietudes, conflictos y esperanzas. También son pocas las revistas que se dedican a ello y los mensajes llamados “de género” se diluyen en un mundo mayoritariamente pensado desde la óptica patriarcal.
Por esas razones un proyecto comunitario con el nombre Mujer y Revolución encaminado a elevar la autoestima y la visibilidad de la mujer, iniciado desde el mes de enero, gana paulatinamente reconocimiento y apoyo en Pinar del Río.
El tercer miércoles de cada mes, en sitios diferentes, cuentan sobre sus vidas y trayectoria lo mismo científicas destacadas, pedagogas, mujeres de la cultura, heroínas del trabajo, como Josefa, la del despalillo Niñita Valdés, siempre guiadas por la máster María Rosa Ramírez, jefa del departamento de investigaciones de la Dirección Provincial  de Cultura y la colaboración de Dory Castillo Garriga.
La UNEAC cedió recientemente su instalación a dicho proyecto y tres mujeres de Radio Guamá –que cumplió 40 años- fundadoras de la citada  asociación de artistas hablaron de sus experiencias como locutoras.
Nora Peláez Naranjo, Elina Pelegrí Trujillo e Isora LLanes, con proverbial sencillez narraron conmovedores testimonios que admiraron a los presentes al patentizar la profesionalidad y responsabilidad de quienes transmiten noticias, emociones y ayudan a abrir ventanas  mientras dejan en casa problemas cotidianos o aplazan la solución de dificultades personales.
No faltó la poesía que trasciende el marco de lo etiquetado como femenino  para ampliarse a lo social en los versos de la doctora Lourdes de la Caridad Gutiérrez, cuyo poemario Con mi guitarra de invierno, de ediciones Loynaz fue retomado por su autora, invitada al encuentro.
En el presente mes un círculo de abuelas artesanas, en la calle tercera del reparto Hermanos Cruz, será el escenario para un nuevo encuentro del proyecto Mujer y Revolución, que tiene el objetivo de fortalecer sus vínculos con la FMC y con especialistas de género y comunicación de la capital del país, todo ello sin excluir la participación masculina en este mirarse y verse.