Dos días con menos frío

Llevamos dos días con temperaturas más cálidas, aunque frescas, y ello es un respiro después de 14 jornadas continuas con marcadores en el termómetro a los que no estamos acostumbrados.
Ayer embullé a mi hija a pasar por la heladería y desconectar un rato de las rutinas diarias.
En la mesa un pequeñín de dos años nos castigó con sus travesuras y provocó nuestra risa. Son los niños enviados del amor y la paz, como lo sigue siendo el Principito para muchos adultos.
¿Por qué será que después de las noticias de desastres siempre nos ponemos a pensar acerca de la vida?. Y llegan a esos repasos cotidianos todas las voces. Será el río interno de nuestras emociones controladas por el cerebro quien de verdad prime en esa sinfonía.
¡Tomemos helado¡, recuerdo que le dije a mi hija. Y fue como si descubriera de repente un mundo acabado de dibujar, propio, real, común, simple, al alcance de la mano y en el que bien sabemos que es lo que no queremos.
Construimos así un pequeño espacio de sol, como el que asoma ahora por la persiana y nos anuncia que podemos lavar la ropa de 15 días que se acumula a la espera de un cese en las nubes y de las insoportables temperaturas de la semana anterior.
Parecía que allí cerca, sentada en otra silla, una anciana de mirada pícara y de pelo rizo nos miraba complacida. La misma que hace años nos llevaba a un pinar para ver el balanceo de las ramas mientras el viento conversaba con ellas.
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2 comentarios
Julio -
elprincipito -