Con la dieta del cubano
La Estación Experimental del Arroz de Los Palacios, en Pinar del Río, desarrolla la misión de generar y transferir conocimientos actualizados, así como obtener nuevas variedades de arroz y otros granos
En medio del campo la confortable instalación sorprende por su belleza arquitectónica. Allí, 98 trabajadores, entre ellos 14 investigadores, tienen como misión generar y transferir conocimientos actualizados y obtener nuevas variedades de arroz y otros granos.
Y lo hacen no solo a nivel de laboratorio y parcelas experimentales, sino también metidos en el fango transplantando posturas cuando llega el momento.
La Estación Experimental del Arroz de Los Palacios, que pertenece al Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, tiene una bien trazada estrategia de integración con otros institutos y entidades de la provincia, lo cual le permite paliar la falta de equipamiento en sus laboratorios.
El 80 por ciento del área de arroz sembrada el pasado año en todo el país fue de las variedades INCA LP 5 y LP7, logradas en dicha estación, lo cual indica la aceptación de los productores y su calidad, porque se adaptan a diferentes microclimas.
Los convenios con el CAI arrocero Los Palacios les han facilitado la puesta en práctica de numerosos logros, como la introducción de la tecnología del rebrote en la campaña de frío 2009-2010, en cuya primera cosecha obtuvieron rendimientos de 4,2 toneladas por hectárea y en el rebrote, de 3,7.
La estación cuenta con 166 hectáreas, de estas, 80 con sistema ingeniero (terrazas planas). En esa área se desarrollan los experimentos y la producción de la semilla.
El Doctor en Ciencias Alexander Miranda Caballero, su director, subraya que gracias al CAI validan muchos resultados, además de asesorar la producción de dicho grano y efectuar cada dos años un evento científico llamado Ecoarroz.
Si de paciencia se trata
Generalizado en todos los CAI arroceros del país está uno de los resultados de esta estación, denominado Estrés hídrico, que se puede aplicar en terrazas planas y en áreas tradicionales.
Su autor es el Doctor Ricardo Polón, fundador de este centro, quien logró economizar el riego y alcanzar la productividad necesaria en función del agua empleada. Cuatro años demoró la fase experimental.
La investigación es una metodología que define cuál es el momento más oportuno para el riego y cuánto debe demorar este. «Es una forma para paliar la escasez de agua. Se trata de una especie de presa virtual que queda embalsada hasta la próxima campaña».
Consiste en retirar el riego durante 20 días a las arroceras con tres meses de sembradas, y reponer luego la irrigación, después de aplicados los fertilizantes, lo que aumenta los rendimientos, además del ahorro del líquido. Precisa el investigador que ante este déficit de agua provocado, las plantas enrollan sus hojas como mecanismo de defensa para evitar el escape del líquido.
Numerosos reconocimientos ha obtenido este resultado, incluido uno de la FAO en 2003 y en función del mismo la Estación ha realizado estudios de fisiología, plagas y de enfermedades y calidad del grano.
La inventiva siempre está a prueba en la institución, incluidos los talleres, para reparar la maquinaria, la cual integran equipos con más de 20 años de explotación.
0 comentarios