La desertificación es una degradación persistente de los ecosistemas de las tierras secas producida por las variaciones climáticas y la actividad del hombre.
Aparece en todos los continentes, excepto la Antártida y afecta el medio de vida de millones de personas, entre quienes se encuentran una gran parte de los pobres que viven en las tierras secas.
Cuba también presenta este problema. En 11 de las 15 provincias del país se halla el 76,8 por ciento de los suelos agrícolas poco y muy poco productivos.
Desde 1995 se constituyó el Grupo Nacional de lucha contra la desertificación y la sequía, proceso en el cual incidió el histórico saqueo de la cubierta vegetal antes de 1959, así como la explotación desmedida de los acuíferos y tierras y el excesivo empleo de abonos químicos y de la técnica agrícola.
El 14 por ciento del territorio cubano sufre un franco proceso de desertificación (más de un millón 580 mil hectáreas), y se concentra en las llanuras sureñas de Pinar del Río, en la desembocadura del río Cauto, en Granma, y en la provincia de Guantánamo.
Al empeño nacional lo apoya ahora el Proyecto Uno del Programa Operacional Número 15 sobre manejo sostenible de la tierra, financiado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente que se aplica en Guantánamo y Pinar del Río.
En la región occidental la desertificación se recrudeció en la década de los años 70 por el desmonte intensivo para el desarrollo de planes citrícolas, ganadería y tabaco. A ello se sumó la utilización del agua subterránea, que entró en contacto con los acuíferos costeros y provocó la salinización del suelo, lo cual influyó en la pérdida de vida orgánica.
La llanura suroccidental se extiende desde Sandino hasta Candelaria y se une con la actual provincia de Artemisa.
En esa franja se concentran las principales producciones agrícolas de Pinar del Río, y 177 de las 520 especies de la flora que atesora son endémicas.
Sobre el citado proyecto financiado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente conversamos con la ingeniera Carmen Rosa Montano, directora del Centro Meteorológico Provincial, quien a su profesión de cazadora de huracanes ha sumado esta nueva tarea de coordinadora.
¿Tiene que ver una cosa con la otra?
“Mucho y de hecho estoy enamorada de este nuevo reto porque al recorrer las comunidades constatamos como los productores no se pierden ni una información sobre el estado del tiempo y además son muy receptivos con los especialistas.
“Además la llanura sur es sistemáticamente afectada por los huracanes, de ahí que hay que tomar medidas para mitigar sus efectos”.
¿En qué consiste el proyecto?
“Fue muy dura la batalla para que se escogiera la provincia, generalmente cuando se habla de desertificación se piensa solo en el oriente cubano y una buena parte de la población no tiene conciencia de ello, ese es uno de los objetivos, hacer conciencia.
“Se escogieron tres sitios demostrativos: la cooperativa fortalecida Raúl Gómez García, en Las Martinas; la CPA Jesús Suárez Soca, en Consolación y la Empresa Agroindustrial Cubaquivir, en Los Palacios.
“En ellos se aplicarán el sistema de alerta temprana. Todos los viernes a las 12 del día en el programa Visión 27de Telepinar, damos el pronóstico del tiempo para cinco días y agregaremos el de sequía para que los productores sepan cómo planificarse.
“También se incluirán nuevas tecnologías de manejo del suelo, dentro de ellas la agricultura de conservación. En el manejo sostenible de tierras se buscará un modelo adaptable que permita el uso de los recursos locales en función de un desarrollo económico que garantice el mantenimiento de los ecosistemas, que la gente vea y salga a replicar las acciones.
“Hasta ahora los mayores resultados, a pesar de las dificultades en la aplicación del proyecto, se aprecian en la capacitación del hombre, en lo receptivos que han sido los productores porque los especialistas sugieren nuevas formas de hacer las siembras y otras labores.
“El proyecto pretende mejorar el sistema de monitoreo del suelo, intensificar las actividades de divulgación, promoción y educación ambiental relacionadas con el uso de la tierra, enseñar a los agricultores a aprovechar la información del sistema de alerta temprana contra la sequía y eventos meteorológicos como los huracanes, así como aplicar sistemas integrados de medidas y buenas prácticas en el manejo sostenible de los suelos ajustadas a las características de los sitios demostrativos.
“Se impulsará la aplicación de diferentes técnicas a través del sistema de ciencia e innovación tecnológica, entre ellas la agroforestería, el riego localizado, el acopio de agua de lluvia. Hay países en los que se aprovecha hasta el rocío matinal en una especie de colectores.
“Otras medidas son la selección de especies resistentes al estrés biótico y abiótico”, refirió la entrevistada.
ACTORES
La intención es concentrar la atención en el manejo apropiado de los suelos de manera integrada con el agua, los bosques, la atmósfera y otros recursos naturales.
Participan también la delegación territorial de suelos, como parte importante de la coordinación, el Instituto de Planificación Física, el cual hace sugerencias dentro del sitio demostrativo para el mejor aprovechamiento, así como el Instituto de Recursos Hidráulicos, la universidad Hermanos Saíz, el Ministerio de la Agricultura, el servicio forestal, el CITMA y el Centro Meteorológico Provincial, que es el coordinador de todo el proyecto.
LO HECHO
Hasta ahora lo fundamental ha sido la capacitación a través de talleres prácticos y la divulgación del manejo sostenible de la tierra dentro de las normas técnicas vigentes.
Está en fase inicial la implementación de legislaciones sobre el concepto de manejo sostenible de la tierra.
Salió la ley forestal ilustrada, de muy fácil comprensión y otros decretos leyes que ya están entregados.
No solo se trabaja en los tres sitios demostrativos, también se amplifica en otros proyectos como el de la red de formación ambiental, el de educación ambiental en el sector empresarial y productivo, el sistema de gestión agrometeorológico y se han capacitado productores y entidades en nueve municipios.
Se interactúa con la facultad de Forestal y agronomía y la de Humanidades de la universidad pinareña, con la estación experimental del tabaco, con escuelas primarias y secundarias básicas y se ha llegado hasta comunidades con la agricultura urbana como es el ejemplo de las buenas prácticas en el patio de Marilyn, en la carretera a Luis Lazo.
Se pretende también replicar el trabajo en el consejo popular Hermanos Barcón en un proyecto comunitario denominado Mi patio productivo y en otros de colaboración que se desarrollan en la llanura sur de la provincia.
El proyecto pretende llegar a todos los sitios donde se necesite. Falta mucho por hacer, pero comienzan a verse resultados, como en la CPA Jesús Suárez Soca, de Consolación, donde se aplica la lombricultura y en acciones en los organopónicos con el empleo del compost.
Ciencia y producción se dan la mano para mitigar la desertificación un fenómeno que en Cuba se enfrenta desde hace tiempo y que por ejemplo solo Sandino presenta 40 000 hectáreas amenazadas.
Allí debido al desarrollo del cítrico y del tabaco se deforestaron áreas y se realizaron prácticas agrícolas como el cultivo intensivo y el riego desde pozos profundos, sin existir un adecuado programa de manejo y conservación de los suelos.
Y eso es lo que se requiere un reordenamiento en los sitios demostrativos del proyecto, que tiene uno en Las Martinas.
