Se desarrolla en Cuba congreso internacional sobre maltrato infantil
En lo personal este es un tema al que soy muy vulnerable, creo que a millones en el mundo les ocurre lo mismo.
Aunque los niños de mi país no tienen juguetes de sobra, y a veces deben posponer sueños de diverso tipo, tienen garantizadas las condiciones indispensables para su desarrollo y crecimiento, sobre todo en lo referente a la accesibilidad a servicios de salud y educación.
Esto no quiere decir ni mucho menos que no existan aspectos en el que ellos no reciban un impacto desfavorable.
Creo que uno de esos asuntos es la ingestión de bebidas alcohólicas por parte de los adultos, quienes después vuelcan en su hogar la descompostura provocada por ese mal hábito.
Los problemas de vivienda, las afectaciones con el servicio de agua entre otros asuntos provocan violencia doméstica que se revierte en el tratamiento a los menores.
Se acometen programas de atención a los grupos con desventajas sociales precisamente para mitigar esos impactos de que hablábamos.
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CONGRESO INTERNACIONAL
La Habana. Expertos de 17 países se encuentran en Ciudad de La Habana en el Congreso Internacional sobre Maltrato Infantil, para debatir sobre esta problemática mundial e incentivar políticas nacionales para proteger a ese sector poblacional.
Defender los derechos de los niños y adolescentes para prever las causas de agresiones es una de las premisas que sustentará el evento, señaló a la Agencia de Información Nacional la presidenta del Consejo Nacional de Atención a Menores, de Cuba, Ana Martínez.
La pobreza y los problemas de salud y educación en el ámbito familiar y las comunidades son algunas de las causas fundamentales que generan maltratos, los que suelen ser de carácter sicológico, sexual y corporal, o por negligencias y desatención.
La especialista explicó que el sistema cubano de protección a ese grupo etario se preocupa por erradicar las causas que provocan esos daños, causados por disfunción familiar y conductas antisociales de los padres, entre otras.
SEIS MILLONES DE NIÑOS MUEREN ANUALMENTE
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dio a conocer en su informe anual del 2005 sobre El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, que el hambre y unas pocas enfermedades curables son la causa de muerte de seis millones de niños cada año.
Este organismo mundial insiste en que esos dos factores están entre las causas más profundas de la pobreza, el analfabetismo, la enfermedad y la alta mortalidad en los países en desarrollo.
Hoy una gran mayoría de niños muere debido a enfermedades que tienen cura como diarreas, neumonía, malaria y sarampión, y pudieran sobrevivir si el hambre y la desnutrición no les minaran el cuerpo.
En el mundo cerca del 75% de las víctimas del hambre y la pobreza habitan áreas rurales desprovistas de recursos y allí vive la gran mayoría de los casi 11 millones de niños que mueren antes de cumplir los cinco años.
La verdadera causa de muerte de estos infantes está en la poca atención que dedican muchos gobiernos en el mundo al derecho de los seres humanos a tener el sustento diario, imposible de alcanzar cuando priman en sus países el desempleo y la no posibilidad de asistir a la escuela.
La situación de los pequeños a nivel global está marcada en numerosos países por la ausencia de políticas que privilegien su derecho a la vida y muchos de ellos se ven obligados a realizar trabajos forzosos para ganar el sustento de su familia.
En uno de sus últimos informes sobre el tema, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo que 180 millones de niños trabajan en condiciones de riesgo.
En América Latina hay 48 millones de niños trabajadores, equivalentes al 17% del total de menores en la región.
Otros, los que no tienen la suerte de encontrar un empleo se entregan a ser víctimas de maltratos, prostitución o laboran como correo de narcotraficantes.
La solución a la desigualdad para los menores en el mundo puede tener fin, si existiera preocupación por los gobiernos en aplicar políticas que den oportunidades a todos para acceder a la educación, la salud y a la formación de gustos estéticos.
6 comentarios
almena -
un besito
Nicolás -
marcarlop -
Puede que un niño tenga pocos juguetes, puede que tenga carencias materiales según la sociedad de consumo neoliberal, pero si tiene casa, comida, educación y salud, lo tiene todo.
Según los teológos de la liberación hay muchas clases de violencia, y la peor es la que sufren los "pobres", aquellos que no tienen acceso a lo más fundamental, a lo vital. Y sabemos, percibimos, quien produce esa violencia.
Una de las cosas que me impactaron más cuando leí a Gustavo Gutierrez (Teología de la Liberación) fue que expone algo así como que mientras en los países "desarrollados" damos por supuesto el derecho a la vida (es un paradigma) en los países "en vías de desarrollo" no es así, sino que se sabe que hay que luchar por ella.
Un abrazo
Tenesor -
Hoy, está por Gran Canaria el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, que lleva luchando 30 años por que Marruecos les deje ser libres. Cuando visité los campamentos de refugiados en Tindouf, de todas las emociones, la más impactante fue la de la mirada de los niños. Son felices pero saben que, en el fondo, aunque no haya tiros ni explosiones, están en guerra. Mientras más abajo miremos el mapamundi, la situación de nuestra infancia es cada vez peor: hambre, guerra, enfermedades, etc.
Los gobiernos tienen culpa y las organizaciones internacionales también. Nosotros tampoco nos libramos, porque nosotros se lo permitimos.
No aprendemos nunca, Zenia.
Un abrazo desde Canarias.
Saludos cariñosos.
Dayana Litz -
Estoy de acuerdo con Hannah pues las macroestructuras y las infraestructuras de los países con base capitalista hacen que cada día se pueda conducir hacia este tipo de accionar.
Para mí ha sido muy impactante la percepción, ahora en Ecuador donde estudio y he venido desde Cuba, mi país natal. Nunca había salido de la Mayor de las Antillas y créeme Zenia que no sabes cuánto me duele ver a los niños en las calles pidiendo dinero para poder comer. También trabajando, pues venden frutas, caramelos, dulces... eso no lo he visto nunca en Cuba y a veces me siento tan impotente de no poder incluso darle para comer... pues también te preguntas: A dónde va ese dinero?
Y cuando veo en esa situación pienso en mis primos, ahora en la escuela, en mi hermanita de cuatro años que está en las vías no formales, en tu hija Glenda que tan feliz y sana ya casi termina sus estudios secundarios.
Pienso en el niño cubano y la niña cubana común que bien temprano en la mañana no va a la calle a buscar un poco de fortuna sino que está estudiando y es más feliz que nunca...Quisiera recordarte una máxima martiana que dice: "Los niños nacen para ser felices..."
Saludos de una amiga y colega...
Hannah -
Un abrazo cálido.
Hannah