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Locuras andantes

http://www.jrebelde.cu/sumarios/sociedad.html 
En 1991 un grupo de teatro de la provincia de Granma propuso un proyecto que algunos catalogaron de “loco”. Ahora sus integrantes tienen historias increíbles, relacionadas con cambios sociales en intrincadas comunidades.

Osviel Castro Medel


Andaban por montañas y “selvas” de Baracoa cuando vivieron aquel suceso tremendo, hace 12 años. De loma en loma habían realizado cinco largas funciones de teatro sin probar bocado; y en ese sube y baja los atrapó la tarde fatigosa.

Se reunieron debajo de una sombra salvaje a filosofar sobre la existencia y las nubes pasajeras… hasta que llegó un campesino de unos 50 años y los hizo llorar con un gesto.

“El hombre se nos acercó con una lata de agua de coco, era lo único que tenía para brindarnos y la había llenado especialmente para nosotros. Pero lo más estremecedor fue lo que nos dijo: ‘¡Ustedes son la verdad!’”, recuerda con los ojos húmedos Juan González Fiffe, uno de los protagonistas de la escena y líder de aquellos muchachos cansados.

El agricultor, sombrero en mano, alcanzó a descargar otras frases hermosas con un acento de campo: “Son aliento en estos tiempos duros, nos traen la alegría sin pedir nada a cambio”.

Con esas palabras en medio del espesor verde aquellos teatristas reafirmaron lo que se habían jurado en 1991, año de la primera presentación profesional con el nombre de Andante: su destino sería hacer arte para las gentes comunes, las necesitadas, las de la comunidad, la calle… para el hombre vivo.

COMIENZO ENTRE CARDOS

La arrancada resultó difícil, después de cuatro años como aficionados desde 1987. Eran los tiempos en que “muchos grupos de teatro estaban desintegrándose y otros solo pensaban en los viajes al extranjero. Entonces nosotros, en vez de amilanarnos, nos fuimos a las montañas, mochila al hombro, cogiendo ‘botella’ muchas veces”, evoca Fiffe.

En esa época, cuando apenas devengaban 148 pesos al mes, los ocho actores fueron tildados más de una vez de “locos románticos”.

“Nuestros locales de ensayo eran las áreas verdes del Parque Granma; caminábamos kilómetros para ir allá cada día. Solo uno era de Bayamo y vivíamos donde se pudiera, alimentándonos de lo que vendían las cafeterías en aquellos tiempos de período especial”, confiesa este guantanamero, residente en Granma desde 1982.

Varios llegaron a plantear que tal proyecto era “humanamente insostenible” y no resistiría el paso del tiempo. Pero Andante los dejó mal parados. “No nos menguó nada, pues nacimos con la concepción de hacer un teatro pobre, con mínimos recursos, sin luces, sin audio, sin grandes escenografías.

“Sobre todo, seguimos adelante porque nos percatamos de que en los barrios las personas nos necesitaban mucho, requerían estímulos de este tipo”, dice su director.

Un aguijón para los pobladores de esas zonas intrincadas, soleados de aburrimiento por mucho tiempo, fue la participación activa que tuvieron en las puestas en escena del grupo. Miles jamás habían visto un títere. Sin embargo, este elenco de profesionales sobrepasó el hecho de enseñarles un muñeco o el de presentarles un cuento de Onelio Jorge Cardoso: en varias ocasiones incluyó como actores en sus obras a vecinos de estas comunidades. Y la práctica devino explosión.

Otra novedad que impactó en esos lares: la dramatización de lo cotidiano, lo terrenal, el problema de cada día. “Llevamos actos teatrales que hacen reflexionar sobre las dificultades y retos de los personajes de esos barrios, siempre con un tono constructivo”, apunta Fiffe.     

Además de él se enrolaron entonces en aquella experiencia de teatro al aire libre Adis Nubia Martí (su esposa), Eudis Espinosa, Marilis Aguilar, Odelis Galindo, Yenlis Véliz, Oscar Aguilar y Víctor Rojas (el conocido Primo de Guisa, quien  comenzó en la televisión en Para no salir de casa). Luego se sumó el diseñador Félix Viamontes.

La mayoría, hoy, después de tantos escollos, está.

UN BUS PARA LA CULTURA

Aunque nunca han renunciando al espectáculo de sala, el espacio natural de Andante es “el cielo abierto”, no solo el rupestre, pues también desarrollan el teatro urbano en las calles.

En total tienen seis proyectos comunitarios: Andante por los barrios, Grupo teatral infantil Los Andantinos, Taller Provincial de teatro de calle, Expedición y Bojeo teatral (llega a lugares costeros de difícil acceso), Muestra nacional de teatro de calle y experiencias comunitarias, y Un bus para la cultura.

Este último tal vez sea el más significativo, porque fue inaugurado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en Manzanillo, en marzo de 2002.  “Ha sido lo más grande”, resume González Fiffe.

“La idea nació en una reunión de intelectuales, después de un intercambio con el líder de la Revolución, quien se interesó por nuestro trabajo en las comunidades, el cual hacíamos entonces, generalmente, con el transporte que apareciera”.

El bus… viaja a todos los rincones posibles a diseminar cultura, no solo teatro. “En ese vehículo transportamos lo necesario para el espectáculo, pero también para la instrucción y la superación general de los espectadores”.

Aun con tantos trajines, que llevan a este elenco a decenas de presentaciones de Oriente a Occidente, sus integrantes desean seguir creciendo (dentro de poco será abierta su sede permanente) y aumentar los contactos con asentamientos del campo.

EN CAMPO ABIERTO

Todos sonríen al recordar las páginas rubricadas entre el canto de los grillos, o en la proximidad de un cafetal, o al fondo de un río caudaloso.

Algunas están cargadas de gracia cubana: cuando una rana quiso estropearles la sopa nocturna cocinada con leña verde; cuando un toro los persiguió a campo abierto y unos tuvieron que correr hasta en zancos; cuando surgió el chiste imprevisto la noche en que durmieron en un terreno plantado de cacao; cuando la carreta del viaje salió disparada cuesta abajo para incrustarse en el fango del arroyo…

Tanto episodio bello no ha sido en vano. Andante atesora una vitrina repleta de galardones de todas las categorías. Aunque el premio más auténtico está ligado a la sonrisa de aquel cándido niño que sonrió ampliamente con los dientes recién mudados, a la alegría de quien pasa la vida entre largos surcos, a la gratitud de aquel campesino cincuentón que en medio de “selvas” les dijo que ellos eran unos románticos cuerdos, poseedores de la mejor verdad

5 comentarios

Zenia -

¡Bienvenida Almena¡. Lamentablemente en algunas èlites intelectuales no se comprende de dónde y por qué sale la dignidad de los cubanos, no importa que el transporte esté malo y que los bicitaxi tengan que ser una alternativa, no importa que en las ciudades de provincia haya que tomar como alternativa recoger la basura de los barrios periféricos con carros de tracción animal ante la carencia de neumáticos, baterías y otras piezas para autos.... no importa que la sequía muerda nuestros cultivos y que los huracanes nos echen a bajo lo qie construimos, igual somos de tozudos, como el Quijote.Le damos el justo valor a otras verdades mucho màs esenciales.
A algunos les molesta que no empleemos este sitio para hablar con màs crudezas de nuestrs miserias. Pero mis ojos, como los tuyos, ven más fortalezas.
Saludos Verónica. Te confieso que no soy una màster en nuevas tecnologìas ni mucho menos, tampoco he colgado ni lo harè ningún currículo acerca de post grados cursos en polìtica internacional ni mucho menos, soy una aprendiz de los esfuerzos diarios de mi gente y de su lucha constante contra la adversidad. Amo por encima de todo a mi tierra. Hasta pronto. Nos seguiremos viendo en el ciberespacio, en la "cofradìa" que mira al sur.

Verónica -

Hola Zenia! Ví que nos visitaste y te buscamos. Tienes un blog muy entrañable y me enorgullece que personas con tanto espíritu de crítica visite nuestra humilde web. Saludos!

almena -

"ustedes son la verdad"
supongo que esas cuatro palabras satisfacen con mucho, a pesar de todas sus aventuras y desventuras.
Me ha gustado mucho, Zenia.

un abrazo

zenia -

¡Què sorpresa Verònica¡. Tu pàgina me resulta de mucho interès.
Ciertamente, pensar en los niños es pensar en el futuro y trabajar para èl. No pierdas la costumbre de dar un saltico por el Caribe. Colgarè un enlace con tu pàgina.

Verónica -

Me parece estupenda la idea de transmitir cultura, mucho mejor si es a la infancia. Es una idea muy original y pedagógica.
Saludos desde Barcelona