Hablando de amores
¿María un folletín? Puede ser. Se llora muchísimo con ella, sobre todo en la adolescencia. ¿Cuántas muchachas- y no solo amas de casa- derramaron sus sentimientos sobre el volumen de Jorge Isaacs?
Pero no se trata solo de sentimentalismos lacrimosos. La novela tiene sus valores.
Este escritor colombiano (1837-1895), debe su fama a un pequeño volumen de poemas, Poesías (1864), y a una sola novela, María (1867), que obtuvo un éxito inmediato y se convirtió en la más popular, imitada y leída de Latinoamérica sólo superada, según la crítica, por Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
Isaacs descendía de una rica familia judía británica que se mudó desde Jamaica a una propiedad en el Valle del Cauca, cerca de Cali donde nació. Estudió en Bogotá y, en lugar de seguir la carrera de Medicina, como había planeado, se enroló en el Ejército para combatir en la guerra del Cauca (1860-1863), un enfrentamiento civil que destruyó las propiedades de su familia y le privó de sus riquezas.
Reducido a la pobreza, Isaacs se trasladó a Bogotá con el fin de dedicarse a la literatura. Su primera colección de poemas obtuvo un gran éxito, al igual que María, novela lírico sentimental y su mejor obra, que cosechó un éxito espectacular. Antes de finalizar el siglo XIX, llevaba 50 ediciones.
La novela, un romance elegíaco, describe una idílica existencia en el valle del Cauca, y contiene pasajes ambientados en África en los que el autor idealiza el noble salvajismo y condena la esclavitud; la historia de los amores de María y su primo Efraín, a la que añade las de otras parejas de jóvenes, que pertenecen a clases sociales y etnias diferentes, se complementan entre sí.
Al desarrollo amoroso de los protagonistas corre paralelo un ahondamiento progresivo de la realidad social. Se la puede considerar como novela realista romántica americana por antonomasia, aunque algunos la sitúan dentro del folletín. Además es la obra precursora de la novela regionalista de las décadas de 1920 y 1930.
Isaacs fue incapaz de repetir el éxito de esta su primera novela, a pesar de que continuó intentándolo. Alternó la escritura con varios cargos dentro del funcionariado, y fue cónsul de su país en Chile. Sin embargo, se le denegó repetidamente la posibilidad de recuperar su fortuna familiar y en 1895 murió, en Ibagué, Tolima, en la pobreza.
Pero no se trata solo de sentimentalismos lacrimosos. La novela tiene sus valores.
Este escritor colombiano (1837-1895), debe su fama a un pequeño volumen de poemas, Poesías (1864), y a una sola novela, María (1867), que obtuvo un éxito inmediato y se convirtió en la más popular, imitada y leída de Latinoamérica sólo superada, según la crítica, por Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
Isaacs descendía de una rica familia judía británica que se mudó desde Jamaica a una propiedad en el Valle del Cauca, cerca de Cali donde nació. Estudió en Bogotá y, en lugar de seguir la carrera de Medicina, como había planeado, se enroló en el Ejército para combatir en la guerra del Cauca (1860-1863), un enfrentamiento civil que destruyó las propiedades de su familia y le privó de sus riquezas.
Reducido a la pobreza, Isaacs se trasladó a Bogotá con el fin de dedicarse a la literatura. Su primera colección de poemas obtuvo un gran éxito, al igual que María, novela lírico sentimental y su mejor obra, que cosechó un éxito espectacular. Antes de finalizar el siglo XIX, llevaba 50 ediciones.
La novela, un romance elegíaco, describe una idílica existencia en el valle del Cauca, y contiene pasajes ambientados en África en los que el autor idealiza el noble salvajismo y condena la esclavitud; la historia de los amores de María y su primo Efraín, a la que añade las de otras parejas de jóvenes, que pertenecen a clases sociales y etnias diferentes, se complementan entre sí.
Al desarrollo amoroso de los protagonistas corre paralelo un ahondamiento progresivo de la realidad social. Se la puede considerar como novela realista romántica americana por antonomasia, aunque algunos la sitúan dentro del folletín. Además es la obra precursora de la novela regionalista de las décadas de 1920 y 1930.
Isaacs fue incapaz de repetir el éxito de esta su primera novela, a pesar de que continuó intentándolo. Alternó la escritura con varios cargos dentro del funcionariado, y fue cónsul de su país en Chile. Sin embargo, se le denegó repetidamente la posibilidad de recuperar su fortuna familiar y en 1895 murió, en Ibagué, Tolima, en la pobreza.
2 comentarios
zenia -
Dayana Litz -
La literatura siempre es un buen espacio para reflexionar...
Te invito a que visites la bitacora de Isabel Moya y leas el artículo sobre la construcción del cuerpo...está muy intersante!!!
La direccion de su web es http://letracongenero.blog.com.es/