La pompa de jabón
“La unión de una creciente productividad y una creciente destructividad; la eminente amenaza de la liquidación; la rendición del pensamiento, la esperanza y el temor a las decisiones de los poderes existentes; la preservación de la miseria frente a una imprecedente riqueza constituyen la más imparcial acusación: incluso si estos elementos no son la raison d éter de esta sociedad, sino solo sus consecuencias; su pomposa racionalidad, que propaga la eficacia y el crecimiento, es en sí misma irracional”.
Parece haber sido escrito hoy, pero no. Lo escribió Herbert Marcuse en su libro El hombre unidimensional (ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada). La edición que tengo ante mí data de 1968.
En su capítulo Las nuevas formas de control Marcuse hace una fotografía de lo que sigue ocurriendo hoy, peor, de lo que ha llegado a su máximo clímax. Veamos:
“Los derechos y libertades que fueron factores tan vitales en los orígenes y etapas tempranas de la sociedad industrial ceden ante una etapa más alta de esta sociedad: están perdiendo su racionalidad y contenido tradicionales. La libertad de pensamiento, de palabra y de conciencia eran –tanto como la libertad de empresa, a la que servían para promover y proteger –esencialmente ideas críticas, concebidas para remplazar una cultura material e intelectual obsoleta por otra más productiva y racional. Pero una vez institucionalizados, estos derechos y libertades compartieron el destino de la sociedad de la que se habían convertido en parte integral. La realización anula las premisas”.
Cualquier semejanza con este mundo en el 2 006 no es pura casualidad. Ahí está la tortura como una práctica defendida por la sociedad que se autotitula la más democrática.
Ahí está la base militar de Guantánamo convertida en cárcel internacional, en la cual permanecen cientos de prisioneros prisioneros de más de 40 nacionalidades sin derecho a un juicio justo.
Ahí están las cárceles clandestinas aupadas por la CIA en el mundo, y los aviones que trasladan a los reos y tocan suelo en naciones europeas, ¡La culta Europa¡, la misma que esclavizó a los africanos y colocó grilletes en sus pies como si fueran bestias.
Y dice también Marcuse: “Se puede distinguir también entre necesidades verdaderas y necesidades falsas... La mayor parte de las necesidades preponderantes de descansar, divertirse, comportarse y consumir de acuerdo con los anuncios, de amar y odiar lo que otros odian y aman, pertenece a esta categoría de falsas necesidades”.
Dice un proverbio chino: “La gente se arregla cada día el cabello, por qué no el corazón”.
Podría parecer que no tiene nada que ver con Marcuse, pero sí, y mucho.
NOTA. Herbert Marcuse (1898-1979), filósofo alemán (nacionalizado estadounidense), principal teórico de la izquierda radical y del movimiento denominado “Nueva Izquierda”, que mantuvo posiciones muy críticas frente al orden establecido y a la cultura y las costumbres convencionales.
Nació el 19 de julio de 1898 en Berlín. Cursó estudios superiores de Filosofía en las universidades de Berlín y Friburgo. En 1933, ingresó en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt, unidad académica en la que se originó la denominada Escuela de Frankfurt, a la cual también se encontraban unidos los nombres de Theodor Adorno y Max Horkheimer.
El ascenso al poder en Alemania, ese mismo año, de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo tuvo como consecuencia la clausura del Instituto. Marcuse emigró a Estados Unidos, país en el que se estableció y cuya nacionalidad adoptó en 1940. Comenzó entonces una intensa actividad investigadora y académica en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Columbia (1934-1940) que abandonó durante la década de 1940 (en la que trabajó para distintos departamentos del gobierno federal estadounidense) y que continuó posteriormente en las universidades de Columbia y Harvard (1951-1954), Brandeis (1954-1965) y de California en San Diego (1965-1976). Falleció el 29 de julio de 1979 en Starnberg (República Federal de Alemania).
“La unión de una creciente productividad y una creciente destructividad; la eminente amenaza de la liquidación; la rendición del pensamiento, la esperanza y el temor a las decisiones de los poderes existentes; la preservación de la miseria frente a una imprecedente riqueza constituyen la más imparcial acusación: incluso si estos elementos no son la raison d éter de esta sociedad, sino solo sus consecuencias; su pomposa racionalidad, que propaga la eficacia y el crecimiento, es en sí misma irracional”.
Parece haber sido escrito hoy, pero no. Lo escribió Herbert Marcuse en su libro El hombre unidimensional (ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada). La edición que tengo ante mí data de 1968.
En su capítulo Las nuevas formas de control Marcuse hace una fotografía de lo que sigue ocurriendo hoy, peor, de lo que ha llegado a su máximo clímax. Veamos:
“Los derechos y libertades que fueron factores tan vitales en los orígenes y etapas tempranas de la sociedad industrial ceden ante una etapa más alta de esta sociedad: están perdiendo su racionalidad y contenido tradicionales. La libertad de pensamiento, de palabra y de conciencia eran –tanto como la libertad de empresa, a la que servían para promover y proteger –esencialmente ideas críticas, concebidas para remplazar una cultura material e intelectual obsoleta por otra más productiva y racional. Pero una vez institucionalizados, estos derechos y libertades compartieron el destino de la sociedad de la que se habían convertido en parte integral. La realización anula las premisas”.
Cualquier semejanza con este mundo en el 2 006 no es pura casualidad. Ahí está la tortura como una práctica defendida por la sociedad que se autotitula la más democrática.
Ahí está la base militar de Guantánamo convertida en cárcel internacional, en la cual permanecen cientos de prisioneros prisioneros de más de 40 nacionalidades sin derecho a un juicio justo.
Ahí están las cárceles clandestinas aupadas por la CIA en el mundo, y los aviones que trasladan a los reos y tocan suelo en naciones europeas, ¡La culta Europa¡, la misma que esclavizó a los africanos y colocó grilletes en sus pies como si fueran bestias.
Y dice también Marcuse: “Se puede distinguir también entre necesidades verdaderas y necesidades falsas... La mayor parte de las necesidades preponderantes de descansar, divertirse, comportarse y consumir de acuerdo con los anuncios, de amar y odiar lo que otros odian y aman, pertenece a esta categoría de falsas necesidades”.
Dice un proverbio chino: “La gente se arregla cada día el cabello, por qué no el corazón”.
Podría parecer que no tiene nada que ver con Marcuse, pero sí, y mucho.
NOTA. Herbert Marcuse (1898-1979), filósofo alemán (nacionalizado estadounidense), principal teórico de la izquierda radical y del movimiento denominado “Nueva Izquierda”, que mantuvo posiciones muy críticas frente al orden establecido y a la cultura y las costumbres convencionales.
Nació el 19 de julio de 1898 en Berlín. Cursó estudios superiores de Filosofía en las universidades de Berlín y Friburgo. En 1933, ingresó en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt, unidad académica en la que se originó la denominada Escuela de Frankfurt, a la cual también se encontraban unidos los nombres de Theodor Adorno y Max Horkheimer.
El ascenso al poder en Alemania, ese mismo año, de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo tuvo como consecuencia la clausura del Instituto. Marcuse emigró a Estados Unidos, país en el que se estableció y cuya nacionalidad adoptó en 1940. Comenzó entonces una intensa actividad investigadora y académica en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Columbia (1934-1940) que abandonó durante la década de 1940 (en la que trabajó para distintos departamentos del gobierno federal estadounidense) y que continuó posteriormente en las universidades de Columbia y Harvard (1951-1954), Brandeis (1954-1965) y de California en San Diego (1965-1976). Falleció el 29 de julio de 1979 en Starnberg (República Federal de Alemania).
9 comentarios
zenia -
Reflexionaban igualmente acerca de que la historia de Amèrica Latina habìa sido una historia de aplastamiento de todos los movimientos sociales, no ya los socialistas, sino hasta las reformas como las que tratò de hacer Jacobo Arbenz. Ahora nuevamente los grandes medios de desinformaciòn mundial enfilan su punterìa hacia los cambios en Amèrica Latina. No quieren los centros de poder reforma agraria que distribuya la tierra a los campesinos, ni polìticas sociales que beneficien a las mayorìas, ello afectarìa los intereses de las grandes transnacionales y las ambiciones de gobernar al "traspatio" nortemaericano, como las administraciones yanquis han visto siempre a la Amèrica Latina.
Hannah -
Un besito
Hannah
zenia -
zenia -
Adalys. Què disfrutes tu diplomado.
adalys -
Un beso, Adalys
almena -
cuántos detalles desconocidos descubro con tus escritos :-)
un beso!
zenia -
No pude comentar en tu pàgina. Por ello coloco aquì el comentario que te escribì allà y que no fue editado:
Gracias por el honor. Los medios de comunicaciòn en la provincia tienen una activa participaciòn en la defensa de la naturaleza y en la creaciòn de una conciencia de la preservaciòn del medio desde edades tempranas.
Son muchas las personas que intervienen en ello, y muchas muchas lo han hecho durante años. Estoy pensando en el Museo de Ciencias Naturales Tranquilino Sandalio de Noda, por solo citar un nombre, pero el Instituto Superior Pedagògico pinareño ha sido un formador por excelencia de esa actitud ante la vida, de èl han salido magnìficos especialistas como el doctor Urquiola, director del Jardìn Botànico de Pinar del Rìo, del instituto saliò Jorge Ferro, director del Centro de Investigaciones y Gestiòn Ambiental ECOVIDA, està el Centro Meteorològico Provincial y todos sus especialistas dislocados por la provincia.
Este territorio ha tenido que entrenar ràpido a sus profesionales en los avatares de la naturaleza, sobre todo por su duelo constante a la entrada del Golfo de Mèxico contra los huracanes.
Por todo ello a los periodistas nos ha sido bastante fàcil reflejar todo ese quehacer. Hay mucha gente preparada que nos ha servido como valiosa fuente de informaciòn.
Son muchos los reporteros que han abordado estos temas, tambièn lo hacen Adalys Pilar desde la pàgina web de Telepinar y desde Prensa Latina, Ramòn Brizuela Roque, Ronal Suàrez, Elena Miliàn...
Por ello valoro mucho este reconocimiento a mi colectivo laboral. Gracias a nombre de todos.
zenia -
Marlene -
Este artículo es muy útil para mi trabajo. Estoy ávida de conocimientos sobre este tema, en tu página me informo muy bien.
Por tu trabajo de tantos años y en específico por tu defensa en el medio ambiente te tengo una sorpresa en mi página.
Un fuerte abrazo para ti y tu familia; y un reconocimiento justo y merecido al equipo de Guerrillero.