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¿Tienes algún rito?
El ser humano nace, vive y muere bajo el reinado de los ritos.
Fue el antropólogo belga Arnold van Gennep  el primero que utilizó el término ritos de paso.
Los cambios básicos en la vida de una persona son el nacimiento, la pubertad, el matrimonio y la muerte. Cada uno de estos cambios está marcado por un periodo tradicional de rituales o ritos.
En cada cambio Van Gennep identificó tres fases críticas: la separación (pérdida por parte de la persona de su estatus anterior), la marginalidad o fase liminal (periodo de transición con rituales específicos que a menudo implican suspensión del contacto social habitual) y la reincorporación (readmisión en la sociedad con el nuevo estatus adquirido).
 Los ritos de paso utilizan formas simbólicas que en el proceso de transición pueden ser traumáticas. Este proceso obliga a veces a algunas personas a adaptarse a la nueva situación como, por ejemplo, en el caso del fallecimiento de la persona amada.
Los ritos de paso existen en todas las sociedades y sirven para reafirmar los valores de cada sociedad.
                        NACIMIENTO  
Por lo general en la concepción, gestación y nacimiento de un niño participan ritualmente uno o ambos padres, los cuales pueden modificar sus costumbres (de alimentación o sexuales, entre otras) según lo estipulado por su cultura.
 Estas medidas, que en ocasiones se mantienen durante el periodo de reclusión posparto de la madre y el hijo, culminan con la presentación pública y la elección de nombre para el neófito.
 La ceremonia del bautismo es un ejemplo de ritual religioso del nacimiento practicado por judíos y cristianos a lo largo de la historia, que supone la admisión del neófito en la comunidad religiosa.
La circuncisión de los varones ocho días después de su nacimiento, es una ceremonia de iniciación en la religión judía.
 El islam también impone la circuncisión de los hijos varones antes de contraer matrimonio.
                        PUBERTAD  
En muchas sociedades, los ritos de la pubertad son complejos y prolongados, en especial si chicas y chicos son iniciados de forma colectiva en lugar de hacerlo individualmente. Los ritos de la pubertad marcan el punto en el que un chico adquiere el estatus de adulto. En las chicas esto puede ocurrir en el momento de su primera menstruación (menarquía) aunque en los chicos el momento varía.
 En algunas sociedades, los iniciados son separados de sus familias y obligados a pasar un periodo prolongado de reclusión durante el cual tienen que realizar un trabajo físico intenso.
Uno de estos ritos es la búsqueda de ‘la visión’ practicada por algunos pueblos indígenas de Brasil, en donde el joven es enviado solo a la selva sin agua ni alimentos para buscar un espíritu protector personal que, según su religión, se le aparece en un sueño.

Los ritos de la pubertad engloban, por lo general, la formación de los iniciados en las normas, las artes y el folclore de su sociedad. La ceremonia judía del Bar Mitsvá para los chicos o Bat Mitsvá para las chicas implica que el joven ha alcanzado la edad adulta después de un periodo de preparación religiosa.
¿Son estos los únicos ritos que dictan la conducta del ser humano? Pienso que no, más allá de los conceptos de la antropología, en la aldea global se han convertido en ritos inamovibles y que todos tienen que seguir, ciertas conductas y modos de pensar para no derrumbar los ritos situados en un altar por una sacrosanta ley universal invisible que adopta múltiples formas de materialización sin que muchos seres humanos se den cuenta de ello, pues ocurre de una manera indolora,  suave, dulce, seductora: la publicidad.
Por su obra y gracia se convierten en rituales necesidades ficticias como tener un auto del último modelo, vestir ropas de tal o mas cual marca, tener el cabello como tal artista, llevar las gafas estilo X: fatuidades. Es la bisutería del ser humano.
La búsqueda del hedonismo más simple, eso es lo que muchas veces nos caracteriza como especie. No comulgo con los ascetas, pero muchas veces la civilización es solo una esclava de sus propios instintos primarios, o se deja arrastrar por el egocentrismo o la necesidad de enseñar su brilloso plumaje al vecino.
En este tipo de disquisiciones solía enredarme hace algún tiempo con una persona que defendía el criterio de que la sencillez impide el desarrollo, pues muchas veces ella lleva al conformismo.
Yo creo todo lo contrario: si los seres humanos aceptaran vivir de formas más sencillas la humanidad se alejaría más de las guerras, al final todas son por lo mismo: unos tratan de sojuzgar a otros para mantener el modo de vida de unos pocos.
 
 
 
 
 
 

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