Cuba contra Puerto Rico, mañana Cuba se enfrentará mañana a Puerto Rico, después de perder ayer siete carreras por tres contra República Dominicana en el Primer Clásico Mundial de Béisbol.
Iremos a bailar nuevamente en casa del trompo y tendemos por segunda vez al público en contra, a diferencia de lo ocurrido en los demás partidos, en los cuales hemos sentido desde esta isla todo el apoyo de la afición boricua.
Nadie me lo ha dicho, pero de solo observar creo que en estos días ha bajado la productividad del trabajo por acá, claro, cuando los juegos son por el día, como el de ayer contra los dominicanos, iniciado a las tres de la tarde y que concluyó pasadas las siete.
En las tiendas, en las cafeterías y otros centros de servicios los televisores acercaron a los cubanos a su equipo. No se habla de otra cosa.
Dominicana jugó mejor y ganó; pero Cuba perdió con las botas puestas, llenó las bases en el noveno episodio y probó que lucha hasta el final, aunque no aprovechó los ocho hits que conectó, pues solo hizo tres carreras, además de cometer dos errores costosísimos que dieron entrada a tres anotaciones de sus rivales.
Los ánimos están caldeados, y en cualquier lugar hay una “esquina caliente”, como se le llaman por acá a los debates callejeros que surgen en múltiples lugares en los que se discute acaloradamente de pelota, bien sea en un parque, o en cualquier sitio.
“¿Por qué sacaron tan pronto a Odelín?, si saben que los demás pitchers están más flojos y que ya Pedro Luis Lazo no puede lanzar más por ahora”.
Este fue uno de los criterios que escuché en una peña espontánea, en el parque Roberto Amarán de esta ciudad.
Bueno y hasta a las muchachitas compañeras de aula de mi niña la llamaron enseguida para preguntarle si había visto el jonrón que dio Yulieski Gourriel, uno de los más jóvenes del equipo.
Hubo dos jonrones en el juego contra Dominicana, uno de Ortíz, un jugador de ese equipo que pesa como 300 libras y el otro fue el de Yulieski.
Y mañana iremos contra Puerto Rico. Que gane el mejor.
NOTA. En la foto Yuliesky Gourriel, nuestro chico de oro.
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yohamy rodríguez -