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DESAPARICIÓN: UNA VOZ QUE LLEGA DEL PASADO www.rubenko.blogspot.com

DESAPARICIÓN: UNA VOZ QUE LLEGA DEL PASADO www.rubenko.blogspot.com

Por Rubén Kotler

He seguido con atención estos últimos días el caso de la desaparición de un testigo clave en el juicio contra el represor Etchecolatz. He seguido con preocupación pero con esperanza al mismo tiempo. Preocupación porque no es posible que sigan desapareciendo personas aún hoy, cuando se supone que el país vive en democracia. Aunque no es cierto que es el primer caso de desaparición de personas en democracia, como asegura el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, es un caso que no debe quedar impune. Se trata de más ni menos que la bisagra entre aquel pasado sobre el que se quiere poner al fin un aire de justicia y un presente que no logra conjurar el terror vivido por la sociedad argentina, el terror de la desaparición de personas justamente. Que el gobierno de Kirchner haya dado un giro a su política en materia de revisión del pasado (y no hablo de Derechos Humanos, como muchos analistas, porque el concepto de derechos humanos debe ser más amplio que la mera revisión del pasado, y en este sentido la actual administración está aún lejos de los parámetros aceptables en otras áreas como educación, trabajo, vivienda, salud, etc), no implica que parte del aparato estatal siga las directrices del poder ejecutivo. Que la limpieza de la antigua Corte Suprema de Justicia haya implicado una renovación no solo desde el punto de vista de la propia justicia, sino también política, no equivale a pensar que el juzgamiento de los represores argentinos sea cosa fácil de cumplir. Claramente una cosa es avanzar en esta materia sobre los altos cargos, llevarlos nuevamente al banquillo de los acusados y condenarlos por genocidio, y otra es avanzar hacia los cargos menores que han sido, no responsables, sino "culpables" de crímenes de lesa humanidad. Y ese es el temor de cierto setor del aparato de seguridad del estado que permanece anquilosado desde los tiempos de la dictadura. Lo que se nos revela como un dato espeluznante sobre la particiación de Juan José Alvarez como ex miembro de la SIDE durante los años de la dictadura, es solo la punta del aiceberg... en este sentido la limpieza de todo el aparato de seguridad está lejos de llevarse a cabo. Aún así que los movimientos sociales, y parte de la sociedad civil se movilice a diario para pedir la aparición con vida del testigo también es un eco que nos llega del pasado. Afortunadamente ya no se llama locos a estos sectores y afortunadamente cada vez hay menos miedo a movilizarse, y se deja de lado la típica cultura del "no te metás", tan argentina como la misma dictadura que la instauró. Hoy es obligación meterse, es obligación salir a la calle y pedir la aparición con vida. En esto las Madres de Plaza de Mayo, deben ser un ejemplo a seguir. La imagen que me llega a la mente es la del hombre que debe tomar una decisión. De un lado la voz del angelito diciendole que no deje de participar, la otra la voz del diablito machacándole que no debe meterse. Son las voces del pasado, de ese pasado que todavía influye en este presente, un pasado que seguirá estando presente durante dos generaciones más, la de los HIJOS y la de los NIETOS reaparecidos.... leer más en: http://www.rubenko.blogspot.com/

También en el blog http://omar-herald.blogia.com se aborda esta desparición.


2 comentarios

Zenia -

Enrique. Hay que seguir el caso y ver què ocurre.
Estos dos blogs citados seguramente lo haràn.

enrique -

Las buenas señales de querer hacer justicia, a veces vienen salpicadas del cálculo político, ojalá me equivoque.
Exigir que aparezca con vida Julio López es un derecho y un deber.
Saludos.