¿NOS ENAMORAMOS A CUALQUIER EDAD?
La vida responde afirmativamente, sobre todo en aquellos casos de personas optimistas, utópicas, que siempre tienen una buena razón para iluminar sus días al mejor estilo de Violeta Parra: Gracias a la vida/que me ha dado tanto/...
Y una poetisa cubana –una eterna enamorada- que es una personalidad de la cultura en la isla, y quien prefiere su río de Matanzas, porque es el suyo, les deja estos versos a todos los enamorados.
En su Calzada de Tirry 81, en Matanzas, los nuevos amores se confabulan para darse:
Me desordeno, amor, me desordeno
Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin querer, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
El Beso
Su eternidad duró tanto
que el polvo devino estrella;
fue el silencio la mas bella
palabra que dijo el canto.
Se casaron fiesta y llanto,
tuve lo azul de regreso
cuando -mujer hasta el hueso-
me pareció estar herida
más que nunca por la vida
y... simplemente era un beso.
Su eternidad duró tanto
que el polvo devino estrella;
fue el silencio la mas bella
palabra que dijo el canto.
Se casaron fiesta y llanto,
tuve lo azul de regreso
cuando -mujer hasta el hueso-
me pareció estar herida
mas que nunca por la vida
y... simplemente era un beso
Última Elegía
Yo podría decir que estoy de primavera
bajo un aire oloroso a luz definitiva,
y podría tapar la mirada bisiesta
que se me está cayendo afuera de la vida;
y ser de flor, de lluvia, de mariposa buena,
semejante a este cielo cuidado por la brisa,
a la ignorancia simple con que quiere una abuela,
o a la salud del alba, que es casi campesina...
Pero me estoy llorando el corazón que llevo
frente al hombre que tiene un poco de mi frío.
Ya no puedo dormir con párpados violentos:
él me espera despierto en la calle del vino.
Quizás debo acordarme de este color que tengo
y debo ser más tibia que un rincón de olvido.
Le diré blandamente con mi voz de febrero:
Enséñame una llama que se apague distinto.
Y estaremos las noches que le falten al tiempo
en el lugar humilde donde se acaba un trino;
él, con la frente inútil que le puso el invierno,
y yo, como un adiós sujeto en el vacío.
10 comentarios
Zenia -
Recuerdo que cierta vez en una entrevista nos confesò que estaba sufriendo por amor, y le dije con toda naturalidad: no todo el mundo tiene la capacidad de amar como usted lo ha hecho.
No pierdas Ana la costumbre de pasar por aquì.
Zenia -
Te doy la bienvenida al mundo de los blogs.
Ana María -
Los versos de Carilda son bellos, te felicito por hacer que el mundo los vuelva a leer, una vez más.
No importa las veces que los leamos, siempre nos sentimos jóvenes y desordenados, vale vivir siempre que un beso sea tan eterno que se convierta en polvo de estrellas. ¡
Ana
Zenia -
Pèglez. Oh poeta, què enaltecedoras tus palabras. ^¿Què podrè hacer yo para merecerlas?. Un beso y una violeta.
Péglez -
Joan Guerrero -
Zenia -
Dainarys -
Saludos
Zenia -
Su poema Me desordeno es un canto al erotismo. En todo lugar al que ella llega el auditorio siempre le pide este poema.
En una cuerda parecida gira su libro Libreta de recièn casada, editado en Matanzas, aunque ella tambièn escribe poemas que no son eròticos, y tambièn dècimas, nuestra estrofa nacional.
reuben -
saludos