VALORES FUERA DE LA BOLSA
A nosotros nos parece cosa de locos. Seguros estamos que en las inmensas pantallas pueden aparecer valores que no tienen peso y que no se incluyen en esas bolsas.
Debía existir una bolsa mundial de valores en la que aquellos que aún los conocen pudieran hacer alguna inversión espiritual que llegara a ser adquirida a bajo costo con rótulos como éste:
-Se dona sangre para cualquier persona, incluso desconocida.-Pueden copiar la patente de este gran amor solo con pan y cebolla.-Ayudo a cruzar una calle a cualquier necesitado sin que me lo pida.-Brindo amistad sin intereses, no vendo, ni presto: la fío- Aunque alguien del prójimo tenga espinas, trataré de podarlas, y si son propias, las regalaré a quien las quiera.
Todos, todos, sin ninguna exclusión hemos afirmado en los últimos tiempos que existe pérdida de valores, y aún más, le colgamos cola: en la juventud.Pero, ¿con igual atención nos fijamos en cómo los formamos en nuestros propios descendientes?; ¿qué les enseñamos desde que nacen?, ¿cuáles gracias les reímos?, ¿los educamos en el sentimiento o en el interés por acumular objetos?.Un padre preocupado nos comentaba que su hija, que aún no llega ni a los 15 años, estaba muy brava porque solo le dio diez cuc para una estancia de diez días en una beca de nivel medio, gratuita, en la Habana.
El hecho nos motivó a razonar sobre el asunto: ¿es el amor a lo material el camino para cultivar el alma?. Ello no quiere decir que pensemos que la pobreza y la necesidad extrema harán nacer nuevos sofistas, aunque a veces ocurre.Quien tenga posibilidades surgidas de su talento, su trabajo o sus vínculos familiares, que los disfrute; pero sería bueno analizar hasta qué punto influyen en la falta de responsabilidad, de comprometimiento y de esfuerzo personal.
“No me quejo de mi hija”, confesaba la madre de una estudiante de Medicina, quien a pesar de su juventud tuvo que asumir la enfermedad de su progenitora y el equilibrio de una casa, unido a sus rigurosos estudios.Esos valores no están en la bolsa ni caben en una billetera, y si llegaran al mercado mundial, estarían a un precio exorbitante, por su rareza.Quizás de tanto pensar en la sociedad ideal hemos dejado de ponernos ante el espejo de la cotidianidad para ver los reflejos nada agradables que pasan por nuestro lado cuando no se respetan jerarquías, edades o experiencia.
Cierto culto al anti valor ya salió de los barrios marginales y toma asiento en otros círculos en los que ya se mira más la túnica que la mente.Y todo ello en momentos en que nuestros hijos son adormecidos por la cultura del ocio, las marcas y todo lo más banal de la especie humana.La sencillez, el comportamiento discreto, la austeridad son amenazados por la ostentación, la “especulación”.Miremos, aún es tiempo de abrir esta nueva bolsa de valores para seguir teniendo una mano extendida cuando lo necesitemos, aunque no haya monedas para depositar en ellas.
2 comentarios
Zenia -
Juan Carlos -
Como tu verás acá todo es dinero, creamos una sociedad donde cada persona vale por lo que tiene, no por lo que és, después nos quejamos de la falta de valores morales de los jóvenes.
Hay cosas envidiables en la sociedad de tu país, sobre todo en este tema social.
Intuyo de tu post que en Cuba también ya está llegando la famosa globalización con sus tentáculos de muerte, de destierro de nuestras raíces.
Saludos
J Carlos