Cuba no puede acceder a los medicamentos patentados por USA
Bastaría una sola razón: “La imposibilidad de acceder a los medicamentos patentados por EE.UU, que representan el 80 por ciento del mercado mundial” para que el 28 de octubre la Asamblea General de las Naciones Unidas vote contra el bloqueo a Cuba, como lo hace mayoritariamente desde 1991.
Y es que ha perdido toda lógica la política que se aplica a un solo país, pequeño y pobre, cuando enemigos jurados de Estados Unidos en otros tiempos, comercian con la gran potencia sin obstáculos ni aberraciones como las que sufre la mayor de las Antillas.
La práctica es inhumana y perdura como un estigma de los peores, ni siquiera de los mantenidos cuando más efervescente bullía la llamada guerra fría.
Cayeron todos los pretextos. Viejos odios, como los que existieron contra Viet Nam y China, fueron superados en el campo comercial sin embargo, el bloqueo sigue ahí, multiplicando las distancias y las estadías de los barcos para la compra de mercancías en otros mercados; encareciendo piezas de repuesto para fábricas isleñas incluidas las destinadas a los materiales de la construcción, todo ello a un año de que dos poderosos huracanes provocaran costosas pérdidas y tensaran la vida de la población.
Específicamente en Pinar del Río, sólo el 40 por ciento de los daños constructivos provocados por esos meteoros ha podido solucionarse. La industria de materiales es altamente costosa, cualquier equipo o parte de él que se deteriore cuesta miles y miles. Quien recorra las instalaciones de este tipo puede darse cuenta de ello sin necesitar demasiada investigación.
Las declaraciones del embajador cubano en Venezuela, Rogelio Polanco, recorren la red. En una rueda de prensa en un hotel de Caracas, el diplomático declaró que las medidas adoptadas por el mandatario estadounidense, Barack Obama, para la flexibilización del embargo, como facilitar el envío de divisas y los viajes por parte de cubanos afincados en EE.UU., "son limitadas e insuficientes".
"El presidente tiene el poder ejecutivo para abordar temas más importantes", de modo que "nada impide a Obama levantar el bloqueo", indicó.
La mayoría de los cubanos hemos nacido y crecido con esta piedra de Sísifo colgada sobre nuestro cuello y cuya penitencia comenzó el 7 de febrero de 1962, bajo el Gobierno de John F. Kennedy, aunque desde el propio 1959 comenzaron los obstáculos.
Las pérdidas provocadas por esta inhumana política ascienden a más de 96 mil millones de dólares, los cuales aumentarían a más de 236 mil millones si el cálculo se realizara con el actual valor del dólar, 4 veces el PIB de Cuba.
Estaremos pendientes los cubanos, una vez más, del voto en la ONU. Nos asiste la razón.
Dennis Banks, indio norteamericano de la tribu Anishinabe, nacido en la reserva de Leech Lake, afirmó hace algún tiempo que el bloqueo a Cuba equivale a la política de "muere de hambre o negocia", aplicada por el gobierno norteamericano a las tribus indias en el siglo XIX para forzarlas a vivir en reservas.
Los deseos de anexarse a la nación caribeña, que expulsó a dos metrópolis: España y Usa, son bien conocidos por los cubanos y se remontan a principios del siglo XIX cuando John Quincy Adams, Secretario de Estado norteamericano, ideó la Teoría de la Fruta Madura, con la cual recomendaba mantener la dominación española sobre Cuba hasta que ésta cayera en manos de EE.UU. como una "fruta madura".
El tiempo pasó y el agua se les hizo sal en la boca. Críticos con su realidad, pero nacionalistas en el mejor sentido de la palabra, los cubanos han resistido sin que les haya faltado en ello una alta cuota de orgullo e hidalguía.
.
.
2 comentarios
Chacal -
Esperanza -