Reintegran universitaria expulsada por usar minifalda
Cuando leímos la primera información acerca de una alumna que había sido expulsada de una universidad brasileña por usar minifalda, pensamos que se trataba de otro show mediático estilo El Niño del Globo, debido a lo casi inaudito del suceso, contraproducente con la propia cultura brasileña.
Decenas de comentarios suscitó el suceso en la red, sobre todo al conocerse que sus compañeros la ofendieron por los pasillos en flagrante actitud machista, el pasado 22 de octubre.
Pero una información de la AFP de este lunes da cuenta de que la estudiante Geisy Arruda fue reintegrada a su aula en la Universidad Bandeirante de la ciudad de Sao Bernardo do Campo (región metropolitana de Sao Paulo).
Centenas de estudiantes la siguieron por el claustro llamándola a gritos “puta” y “prostituta”. Arruda se refugió en un sala y sólo pudo salir de allí con ayuda de policías, cita la propia agencia.
Semanas después del incidente, cuyas imágenes fueron ampliamente divulgadas en internet y en las televisiones brasileñas, la universidad anunció que decidió expulsar a la estudiante alegando “flagrante falta de respeto a los principios éticos, la dignidad académica y la moralidad”.
Ante esa decisión, la secretaria de Educación Superior del ministerio de Educación, María Paula Dallari, interpeló el lunes a la Universidad sobre si los alumnos que hostilizaron a la joven también sufrirán algún tipo de sanción.
Frente a la presión de organizaciones sociales, críticas de medios de prensa los anuncios de autoridades y la amenaza de la abogada de Arruda de acudir a la justicia, los directores de la Uniban resolvieron dar marcha atrás y anunciaron el lunes que “se revoca la decisión”, reintegrándola a la planilla.
Antes, la ministra responsable por la Secretaría Especial de Políticas para la Mujer, Nilcea Freire, adelantó a la prensa su decisión de también intervenir en un episodio que, según afirmó, mostró “absoluta intolerancia y discriminación”. (AFP).
El mundo anda de extremos a extremos. Mientras se derrumban los límites de lo permisible en las sociedades y en la televisión cada día la violencia es el gancho preferido para la enajenación, en una universidad ocurre un hecho como el descrito.
Cabría preguntarse qué generación no usó ropas ligeras en sus años juveniles pues la minifalda no es una moda actual ni mucho menos. La falda del conflicto no era tampoco tan mínima, sino a media pierna, lo cual provocó el inmediato apoyo a la joven estudiante de Turismo.
¿Y usted o su hija por dónde usan la falda?
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