La caravana de la libertad

 

¿Qué significó el triunfo de la Revolución para los miles de personas sin nada sobre todo los guajiros?.

Tiene la Historia de Cuba en enero grandes hechos que le dieron un nombre y un rostro a los pobres de la isla.

La entrada de la caravana de la libertad a La Habana, el ocho de enero es uno de esos hitos que viven en la memoria nacional, a pesar de que la mayoría de los cubanos nacieron después de esa fecha.

Los testimonios, los relatos, los materiales fílmicos han mantenido vivo el hecho.

Desde Pinar del Río miles de personas fueron a la capital cubana en trenes de carga a ver a los barbudos que bajaban de la Sierra Maestra después de derrocar a un régimen que se ensañó especialmente contra los jóvenes, al torturar y masacrar a miles de ellos.

La poesía que siempre ha acompañado la epopeya del pueblo también lo hizo en enero. El enero de palomas y collares de santa Juana, plural, diverso, mezclado, tan mezclado que poco tiempo después comenzó a molestar a la elite burguesa, racista y excluyente acostumbrada a los clubes privados y a la separación.

   

Marcha triunfal del Ejército Rebelde

¡Primero de Enero!

Luminosamente surge la mañana.

¡Las sombras se han ido! Fulgura el lucero

de la redimida bandera cubana.

 

El aire se llena de alegres clamores,

se cruzan las almas saludos y besos,

y en todas las tumbas de nobles caídos revientan las flores

y cantan los huesos.

 

Pasa un jubiloso ciclón de banderas

y de brazaletes de azabache y grana,

mueve el entusiasmo balcones y aceras,

grita desde el marco de cada ventana.

 

A la luz del día se abren las prisiones

y se abren los brazos: se abre la alegría

como roja rosa en los corazones

de madres enfermas de melancolía.

 

Jóvenes barbudos, rebeldes diamantes,

con trajes de olivo vienen de las lomas,

y por su dulzura, los héroes triunfantes

parecen armadas y bravas palomas.

 

Vienen vencedores del hambre y el frío

por el ojo alerta del campesinado

y el amparo abierto de cada bohío...

Vienen con un triunfo de fusil y arado.

 

Vienen con sonrisa de hermano y amigo,

vienen con pureza de vida rural,

vienen con las armas que al ciego enemigo

quitó el Ideal.

 

Vienen con el ansia del pueblo encendido,

vienen con el aire y el amanecer,

y, sencillamente, como el que ha cumplido

un simple deber.

 

No importan los días de guerra y desvelo,

no importa la cama

de piedra o de grama,

sin otra techumbre  que ramas y cielo.

 

No importa el insecto, no importa la espina,

la sed consolada con parra del monte,

la lluvia, los vientos, la mano asesina

siempre amenazando en el horizonte.

 

¡Sólo importa Cuba, sólo importa el sueño

de cambiar la suerte!

¡Oh, nuevo soldado que no arruga el ceño,

ni viene asombrado de tutear la muerte!

 

Los niños lo miran pasar aguerrido

y piensan, crecidos por la admiración,

que ven un rey mago rejuvenecido

y con cinco días de anticipación.

 

Pasa fulgurante Camilo Cienfuegos,

alumbran su rostro cien fuegos de gloria.

Pasan capitanes, curtidos labriegos

que vienen de arar en la Historia…

 

Con los invasores pasa el Che Guevara,

alma de Sarmiento1 que trepó el Turquino,

San Martín quemante sobre Santa Clara,

Maceo del Plata, Gómez argentino...  (el poema completo en:

 

http://www.lajiribilla.cubaweb.cu/2007/n314_05/314_14.html

 

DOSSIER SOBRE EL TEMA

 

El primer orador  (el día de la entrada de la caravana de la libertad)

 

El Habanero Digital- Libro sobre entrada de Fidel a La Habana en 1959