Cayó el mito de las grandes ligas Cuba quedó como subcampeón del primer clásico mundial de béisbol que tuvo por sede a Estados Unidos, sin la presencia de éste equipo en el duelo final , contra todos los pronósticos.
Se demostró que el béisbol no rentado puede tener buen desempeño, jugar con garra y demostrar que en el tú a tú se puede ver la cara con cualquiera.
La Agencia Prensa Latina reportó al respecto:
San Diego, EE.UU., 21 mar (PL) El segundo lugar ocupado por Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol colocó al amateurismo de la isla en el pináculo de la pelota universal, por encima de los renombrados profesionales de las Grandes Ligas.
La proeza se consagró en el Petco Park, de esta ciudad californiana, a pesar de que el conjunto de la mayor de las Antillas perdió 6-10 frente a Japón, en una peleada final de un certamen que agrupó a encumbradas figuras del béisbol rentado de 15 países.
Ante una concurrencia cercana a las 42 mil 646 mil personas, la selección de Cuba volvió a hacer gala de su conocida garra, pero no pudo revertir un marcador adverso desde la misma primera entrada.
Japón se llevó el trofeo del primer evento de este tipo desde la invención de este deporte en el siglo XIX.
Los protagonistas de la hazaña cubana cobran mayor relevancia por tratarse de atletas amateurs que acabaron con el mito de la superioridad del béisbol de las Grandes Ligas.
En San Diego se encumbraron hombres que juegan sólo para su país, como Pedro Luis Lazo, Yadel Martí, Ariel Pestano, Eduardo Paret, Yulieski Gourriel, Osmani Urrutia, Frederich Cepeda y Yoandy Garlobo y todos los demás miembros de la selección antillana.
En el Petco Park no se escucharon esta noche los nombres de Roger Clemens y Alex Rodríguez (Estados Unidos), Bernie Williams y Carlos Delgado (Puerto Rico), Johan Santana (Venezuela) o David Ortiz y Albert Pujols (República Dominicana).
Todos ellos y muchos más quedaron al campo junto con su Gran Carpa, mientras los cubanos, juego a juego, se sobrepusieron a dos reveses frente a Puerto Rico y Dominicana, equipos integrados en su totalidad por los llamados Big Leaguers.
Los discípulos del manager Higinio Vélez ganaron la semifinal y la final se les escapó de las manos ante la potencia nipona en San Diego, pero llevan un gigantesco segundo lugar para más de 11 millones de compatriotas de una isla que estalla de alegría.
Otra medida de la dimensión de lo ocurrido aquí, en la meca del béisbol profesional y en su estadio más moderno, está en el hecho de que solo dos militantes de las Grandes Ligas jugaron en la final: los japoneses Ichiro Susuki y Akinori Otsuka.
Hace dos meses las autoridades de Estados Unidos trataron de impedir la participación cubana en la competencia, pero la solidaridad de muchas federaciones, en especial la de Puerto Rico, deshizo la maniobra.
La mayor de las Antillas vino al torneo, desplegó su béisbol y no creyó en enemigos grandes.
Cuba, a la que muchos subestimaron por su amateurismo, aunque tuviera los títulos de 25 series mundiales y tres Olimpiadas, demostró que es la segunda estrella más rutilante del béisbol universal.
7 comentarios
Zenia -
cari -
zenia -
En cuanto al bèisbol, sí, han sido días muy bonitos. El bèisbol es nuestro deporte nacional, como lo es el futbol para muchos.... ya sabes.
La votación en Atina parece que es complicada. Gracias de todas formas. Un abrazo.
Marcos. Tu apoyo siempre es una luz. Bueno queríamos el primer lugar, pero para la primera vez fue de rechupete. Nuestri equipo tiene muchas figuras jóvenes que necesitan poco a poco ir ganando en fogueo. Nuestros dos pitcher principales de ese día contra Japoón no salieron con buen control ese día... cosas que ocurren en el deporte... pero se batalló, y de todas maneras los entendidos aquí afirman que es una proeza... ya sabes la fama y todo eso que hay detrás de lso jugadores de Grandes Ligas, pero esa muralla psicológica fue derrumbada. Estamos todos muy contentos con el equipo.
Marcos Solís -
Cómo me gustaría verlos jugar béisbol en Cuba !!!
Jorge -
Gracias por leer el cuentecillo.
zenia -
enrique -