Comercios antes del Día de las madres
La ciudad de Pinar del Río es a esta hora de sábado un abejero. Toda la red de tiendas, tanto en cuc, como en pesos cubanos, están abarrotadas. Cada quien busca un presente, según sus posibilidades, para obsequiar mañana domingo, Día de las madres.
Artesanos y otros trabajadores por cuenta propia ven en este día una posibilidad de mejorar sus dividendos.
El fondo de bienes culturales- en la calle Martí- tiene hoy una amplia variedad de lindas sortijas confeccionadas con hueso de animales, conchas y otros materiales, al precio de 1.75 cuc; así como zapatos que oscilan entre 12 y 25 cuc.
Lo que en los años 80 fue la llamada Tienda Amistad, hoy en día, Sensación, vende en pesos cubanos diversos tipos de objetos que van de lo útil a lo bello, desde ropa de vestir y manteles de mesa, percheros, utensilios para la cocina hasta collares y aretes. Es una tienda popular, generalmente visitada por los sectores de menos ingresos.
El impacto de la crisis económica se aprecia en ella a simple vista. El área que más demanda tiene en esta tienda es la destinada a la venta de adornos de yeso, aquellos que fueron fustigados en otro tiempo por los críticos de arte, pero que forman parte de la historia doméstica de Cuba, pues en los duros años 90 eran los adornos que aparecían en la mayoría de las viviendas.
Con el tiempo y el desarrollo fueron venidos a menos y sustituidos, por muñequitos de la shoping, desde un cuc hasta cinco, con más belleza, acabado y arte.
El retorno de los muñecos de yeso indica que mucha gente establece un orden de prioridades según su bolsillo y posibilidades.
También los establecimientos en cuc están abarrotados y tienen opciones asequibles, entre las más codiciadas, estuches con jabones a un cuc y otros de mayor valía.
Buena parte de la población, para que la ocasión no pase por alto, compra postales a un peso y escribe hermosos versos en ellas, o disculpas: “un gesto es lo que vale, no el objeto en sí, tómalo como tal amiga querida”, decía la que escribió una colega para una vecina suya.
Hermosas y dulces verdades se escriben hoy para ser entregadas mañana a esa persona que no solo nos dio el ser, sino que también ha vivido cada pedazo de nuestras alegrías y también de nuestras tristezas; siempre fiel y dispuesta a perdonar, incluso, hasta los olvidos.
Es cierto que el Día de las madres no debe ser uno solo, que vale más la reciprocidad cotidiana, la consideración con sus espaldas, sus años y las exclusivas recetas de sus frijoles con una pizca de azúcar y un poquito de ácido. Ellas, desveladas doblemente por sus nietos y no siempre escuchadas y tenidas en cuenta.
¿Acaso hemos pensado el vacío que habrá en nuestras vidas cuando ellas no estén para juzgarnos y ver más allá de lo que nuestros ojos alcanzan?.
Foto: Tiendas cubanas en cuc
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