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Cinco cosas que el periodismo de papel no debe hacer


Es sabido que el periodismo actual sufre una doble crisis (de publicidad y de modelo de negocio) que se está viviendo como un auténtico terremoto en muchas empresas informativas. Nadie tiene la varita mágica para solucionar los dilemas que plantea la compleja convivencia de los medios tradicionales con los digitales. La llegada de Internet a nuestras casas, desde hace poco más de 10 años, ha revolucionado el negocio de la información y ha puesto en alerta a un sector que, hoy más que nunca, está llamado a reinventarse. Toca pensar y hacer. Y para hacer a veces hay que deshacer. Por eso me aventuro a detallar cinco cosas que, en mi opinión, no hay que hacer en el periodismo de papel:

• Las noticias más leídas en la edición digital de un diario no deben de ser nunca referencia para marcar los criterios informativos del papel. Hablamos de públicos y ritmos informativos distintos. El morbo es la peor guía para el buen periodismo. Incluso muchas de las noticias principales en la web se rigen simplemente por la instantaneidad, por el momento informativo, no por el interés general. Por eso «vuelan» de su sitio a las pocas horas.

• El rediseño estético de un diario de papel queda en agua de borrajas si no va acompañado de un rediseño editorial. El interés de los contenidos debe guiar el nuevo diseño de un periódico, no al revés. Y si los tiempos y las audiencias cambian hay que adaptarse respetando siempre a los lectores más fieles. Por mucho envoltorio bonito que pongamos --muy necesario, pero que siempre acaba en la basura-- lo único que realmente interesa es el producto. La buena información, en definitiva.

• Querer publicarlo todo es meter ruido. Si la gente paga a diario en el quiosco no es para leer lo mismo que 24 horas antes ya le han contado vía Internet, radio y/o televisión. El periodismo de papel debe reforzar su función de contextualizar, analizar, explicar y filtrar lo más interesante de todo el potaje informativo.

• Las redacciones tradicionales deben dejar de mirar a Internet como el gran enemigo a batir. Dar la espalda a la edición digital propia es ignorar a las nuevas generaciones de lectores. Es ignorar el inquieto presente comunicativo. Por ello es necesario tender puentes informativos y logísticos entre la web y la redacción tradicional. Lo más anchos posible y cuanto antes mejor.

• No hay que enrocarse de forma obsesiva en el debate sobre si desaparecerán o no los diarios de papel. El tiempo lo dirá... Hay que convencerse de que el cometido del periodismo actual es aportar contenidos informativos en diferentes soportes, ya sean analógicos o digitales. Lo esencial es la marca informativa y sus contenidos propios; lo secundario es el soporte.

Tomado de
http://www.upec.cu/noticias/septiembre10/08/09.htm

1 comentario

Humberto Bossi -

La periódicos del mundo deben aprender de Gramma